Dirigentes del Polo Obrero cuestionan el operativo de seguridad en la Marcha del 20D y defienden la participación de menores en la manifestación en Buenos Aires, Argentina.
Líder social arremete contra el protocolo antipiquete y defiende la participación de menores en la manifestación.
En los minutos previos al inicio de la Marcha del 20 de diciembre, Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, expresó su descontento con el gobierno nacional y porteño debido al despliegue del operativo de seguridad en el marco del plan antipiquete anunciado por el Ministerio de Seguridad. Belliboni también justificó la presencia de menores en la protesta, afirmando que «la patria potestad en Argentina la tienen los padres, no Patricia Bullrich», en referencia a la ministra de Seguridad.
El dirigente social acusó al operativo de seguridad de parecer una guerra o un estado de sitio, a pesar de que la manifestación se llevaba a cabo de manera pacífica. Belliboni no tardó en dirigir sus críticas hacia la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmando que no permitirían que ella estableciera un estado de sitio.
En una declaración a la prensa, Belliboni defendió la presencia de niños y adolescentes en la marcha, argumentando que era necesario permitir que las familias se movilizaran de manera tranquila. Criticó la idea de dejar a los menores en casa y dijo que los padres tenían derecho a llevar a sus hijos a la manifestación.
«La patria potestad en Argentina la tienen los padres, no Patricia Bullrich», advirtió Belliboni, haciendo referencia a uno de los aspectos más controvertidos del protocolo antipiquete propuesto por el Ministerio de Seguridad.
Respecto a la presencia de menores, el protocolo de la ministra Bullrich establece que, en caso de que niños y adolescentes participen en una protesta, se informará a la autoridad competente para proteger su bienestar, y se impondrán sanciones a quienes lleven a menores en lugar de asistir a la escuela.
Belliboni rechazó la idea de usar a los menores como escudos humanos y afirmó que él mismo era el único «escudo humano» presente. Además, anunció que, a pesar de las restricciones del protocolo, la manifestación se llevaría a cabo en las calles, ya que «las movilizaciones de más de 5000 personas lógicamente se hacen por la calle».
Por otro lado, Gabriel Solano, otro líder del Polo Obrero, enfatizó que el protocolo de seguridad no estaba vigente en la Ciudad de Buenos Aires y criticó la actuación policial en la manifestación, instando a la policía a centrarse en la lucha contra el narcotráfico en lugar de interferir en la marcha pacífica.
Solano también rechazó la idea de que hubiera una guerra en marcha, argumentando que solo se trataba de una manifestación como las que se han llevado a cabo en el pasado. Finalmente, instó a Patricia Bullrich a renunciar y afirmó que una ministra no podía violar la ley ni llevar a cabo actividades de espionaje.
Además, Solano anunció un cambio en el recorrido de la marcha, que inicialmente estaba programada para realizarse en el Congreso pero se trasladó a Diagonal Norte y Florida, con la cabecera principal en Diagonal Sur y Belgrano, para evitar obstáculos en el camino.
La polémica en torno al protocolo de seguridad y la marcha del 20D continuó cuando el juez de instrucción Gustavo Pierretti rechazó el hábeas corpus «preventivo y colectivo» presentado por el Partido Obrero y el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) para anular el protocolo de orden público del gobierno nacional. La ministra Patricia Bullrich celebró esta decisión en las redes sociales, destacando que el protocolo era legal.
En resumen, la Marcha del 20 de diciembre estuvo marcada por la polémica en torno al operativo de seguridad y la presencia de menores en la manifestación, con líderes del Polo Obrero expresando su descontento y criticando el protocolo antipiquete propuesto por el Ministerio de Seguridad.