Estudio revela alta emisión de óxido nitroso en invernaderos chinos

Invernaderos en China emiten altos niveles de óxido nitroso, desafiando esfuerzos climáticos.

Un estudio destaca la preocupante contribución de los invernaderos a las emisiones de gases de efecto invernadero, instando a una acción urgente.

Investigaciones recientes han puesto en evidencia una problemática significativa en el sector agrícola: los invernaderos, específicamente los dedicados a la producción de hortalizas (GVP), son fuentes notables de emisiones de óxido nitroso (N2O), un gas de efecto invernadero particularmente potente.

Realizado por científicos del Instituto de Ecología Aplicada de la Academia de Ciencias de China, el estudio se centró en una zona representativa de GVP en Shouguang, un núcleo agrícola clave en la provincia de Shandong. Mediante un sistema avanzado de monitoreo automático y continuo, los investigadores lograron una medición detallada y frecuente de las emisiones de N2O durante un año completo.

Los resultados revelaron que la emisión anual de N2O de estos sistemas ascendía a unos 100 kg de nitrógeno (N) por hectárea, superando considerablemente las estimaciones previas basadas en métodos menos precisos. Se destacó que las emisiones eran especialmente elevadas en los surcos irrigados y fertilizados, comparados con los camellones donde se cultivan las hortalizas.

El riego, una práctica habitual en estos sistemas, fue identificado como un factor que intensifica las emisiones de N2O, generando varios picos a lo largo de la temporada. Se señaló que tanto la excesiva fertilización con nitrógeno como el riego frecuente fomentan los procesos de nitrificación y desnitrificación en el suelo, conduciendo a una mayor liberación de este gas.

Publicado en la revista Atmospheric Environment, el estudio concluye que, dado el rápido crecimiento de los GVP en China, las emisiones de N2O están destinadas a aumentar, representando un serio desafío para el esfuerzo global de mitigar el cambio climático. Los autores instan a adoptar estrategias más eficientes y sostenibles en la gestión del riego y la fertilización para disminuir la huella de carbono de esta práctica agrícola.