En el foco de la justicia, un sargento por presunto suministro de armas a criminales, un caso que remece las estructuras policiales en Montevideo.
Sospechas sobre un sargento de Delitos Complejos en Montevideo por proveer armas a la familia Albín, agitan el ambiente policial y judicial.
La Fiscalía de Montevideo se encuentra en plena investigación de un caso que ha sacudido los cimientos de la institución policial. Un sargento, perteneciente a la unidad de Delitos Complejos, está bajo la lupa por su supuesta implicación en la distribución de armamento a la familia Albín, un grupo delictivo que opera en el barrio Villa Española.
La situación se agravó cuando un policía fue condenado a nueve meses de prisión por el delito de tráfico interno de municiones, tal como lo comunicó Javier Benech, director de Comunicación de la Fiscalía. Este hecho, resuelto a través de un procedimiento abreviado, emergió de las dudas sobre la participación del agente en la provisión de armas al clan Albín.
La indagatoria, liderada por el fiscal de Flagrancia Raúl Iglesias, se inició ante la sospecha de que este funcionario del Ministerio del Interior estuviera involucrado en el suministro de armamento al mencionado grupo criminal. Durante los allanamientos realizados, la Policía incautó diversas municiones, lo que condujo a la imputación del efectivo.
Actualmente, se busca determinar si hay una conexión directa entre las armas incautadas a la familia Albín y elementos de la Policía. Este caso representa un desafío significativo para las autoridades uruguayas, al poner en evidencia posibles vínculos corruptos dentro de las fuerzas del orden.