Francisco Merino, en un momento de recogimiento, honra la memoria de Gonzalo Leal, cuya contribución al Partido Colorado y a Salto perdura más allá de su partida.
Durante una intervención en Radio Tabaré, Francisco Merino comparte anécdotas y el profundo impacto de Gonzalo Leal en la política y la medicina, resaltando su compromiso inquebrantable con la comunidad.
Francisco Merino, dirigente del Partido Colorado, tomó unos minutos de su intervención en Radio Tabaré para rendir homenaje a una figura insustituible de Salto y del espectro político uruguayo: Gonzalo Leal. A dos días de su inesperada partida, Merino eligió recordar a Leal no solo como un político y médico ejemplar, sino como un amigo cercano y un ser humano excepcional.
Leal, quien fuera un líder indiscutible del Partido Colorado y un médico de renombre, dejó un vacío imposible de llenar en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo. Su compromiso con el bienestar de Salto y su incansable labor en pro de la comunidad fueron el norte de su acción política y social.
«El Chino», como cariñosamente se le conocía, fue un pilar fundamental en la vida política de Salto, destacándose por su visión y su capacidad para llevar adelante proyectos transformadores. Su candidatura a la intendencia reflejó su deseo de impulsar un cambio significativo en la región, proponiendo iniciativas innovadoras que, aunque no llegaron a materializarse completamente, sembraron la semilla para futuros desarrollos.
Merino compartió anécdotas personales que ilustran la calidad humana de Leal, su generosidad y su siempre presente sonrisa, que lo convirtieron en un ser querido y respetado más allá de las fronteras políticas. Su legado, según Merino, trasciende lo profesional y se ancla en los valores de solidaridad, compromiso social y amor por su tierra.
La propuesta de Leal de convertir a Salto Nuevo en un centro de contención social y educativo, integrando servicios de salud, deporte y educación, refleja su visión de un Salto inclusivo y solidario. Aunque hoy ya no esté físicamente, su proyecto sigue inspirando a muchos a continuar su labor.
En palabras de Merino, Salto y Uruguay han perdido a un gran hombre, pero el recuerdo de Gonzalo Leal y su obra perdurarán, motivando a las futuras generaciones a trabajar por un departamento y un país mejor. Su partida deja un vacío, pero también un camino iluminado por su ejemplo de vida, dedicación y amor incondicional por su gente. (…).