El olvidado proyecto de reconversión del Zoológico de Salto se enfrenta a críticas y demandas de acción

Espacio en espera de transformación.

Casi cuatro años después de su anuncio, la promesa de transformar el zoológico en un parque verde aún no se materializa, generando descontento local.

Desde hace un tiempo, la conversación en torno al cierre del Zoológico de Salto se ha tejido en el día a día de la comunidad local. La administración del Intendente Andrés Lima había prometido una transformación radical de este espacio: de ser un recinto que acogía a 750 animales de 120 especies distintas, a convertirse en un oasis verde en el corazón de Salto, proyectado como un lugar de esparcimiento para residentes y visitantes por igual. Sin embargo, a casi cuatro años de esta prometedora iniciativa, el proyecto parece haberse desvanecido en el olvido, dejando tras de sí un panorama desolado, sin indicios de la esperada renovación.

Este escenario ha provocado un creciente malestar y preocupación entre los salteños. La crítica se dirige principalmente hacia la percepción de estancamiento por parte de la administración actual y la falta de claridad respecto al futuro del terreno y el destino final de los animales que antaño lo habitaban. Los rumores sobre la posible venta de estos animales y las interrogantes acerca de la administración de los fondos provenientes de dicha transacción han agudizado el escepticismo hacia la gestión de Lima.

La apatía observada y la sensación de una administración más enfocada en intereses electorales que en el bienestar y desarrollo comunitario han transformado lo que debía ser un emblema de conciencia ecológica y avance social en un eco de promesas no cumplidas. Ante esta realidad, se destaca la urgencia de reevaluar la dirección del proyecto, buscando una mayor transparencia y eficacia para hacer realidad las expectativas planteadas a la población.

Convertir el antiguo Zoológico de Salto en un área verde accesible al público no solo es un desafío de gestión urbana, sino también un compromiso con el desarrollo sostenible, el respeto hacia la vida animal y el mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad salteña. 

La narrativa de Salto y sus habitantes merece culminar en un capítulo que inspire esperanza y materialización, superando la sombra de lo que aún está pendiente. La reconfiguración del ex Zoológico en un parque público se presenta como una oportunidad para evidenciar una auténtica voluntad política, sensibilidad social y un compromiso inquebrantable con las generaciones venideras de la ciudad.