En Salto, el Partido Colorado se desvanece: el auge de nuevas facciones y la sombra de la corrupción

En Salto, el Partido Colorado se desvanece: el auge de nuevas facciones y la sombra de la corrupción

Salto busca un cambio: la propuesta de Malaquina simboliza la transparencia y el nuevo liderazgo, contraponiéndose a la corrupción arraigada.

El Partido Colorado de Uruguay, una de las agrupaciones políticas más antiguas y tradicionales del país, enfrenta actualmente una situación desafiante tanto a nivel nacional como en ciertas localidades, incluyendo Salto. Fundado el 19 de septiembre de 1836, este partido ha sido protagonista de la historia política uruguaya, gobernando durante 139 años de manera interrumpida y promoviendo una variedad de ideologías, desde el Batllismo y el liberalismo hasta el conservadurismo y la socialdemocracia.
A lo largo del siglo XX, el Partido Colorado consolidó su dominio en la política uruguaya, liderando el país durante períodos significativos y realizando aportes trascendentales al modelo social y económico nacional. Especialmente notables fueron las presidencias de José Batlle y Ordóñez a principios del siglo, quien implementó reformas sociales y económicas que modelaron a Uruguay como un estado de bienestar y laico. Sin embargo, tras décadas de liderazgo, el partido experimentó una derrota significativa en 1958, que marcó el inicio de un cambio en el panorama político uruguayo, aunque logró recuperarse parcialmente en elecciones subsiguientes.
En los últimos años, el Partido Colorado ha visto mermada su influencia, reflejada en los resultados electorales donde ha obtenido una representación limitada a nivel nacional y departamental. Este declive es particularmente notable en Salto, una región donde el partido, alguna vez influyente, lucha por mantener su relevancia en medio de un electorado que se reduce y muestra tendencias de apoyo a otras opciones políticas. Este fenómeno no es exclusivo de Salto, pero ilustra las dificultades que enfrenta el partido en adaptarse y resonar con las nuevas generaciones y el cambiante clima político en Uruguay.
A pesar de estos desafíos, el Partido Colorado continúa participando activamente en la política uruguaya, posicionándose en temas nacionales e internacionales, como lo demuestra su respuesta a situaciones de crisis en otros países y su activa presencia en eventos y comunicados a través de su sitio web. La situación en Salto refleja la necesidad de una renovación y adaptación dentro del partido para reconectar con las bases electorales y abordar las preocupaciones contemporáneas de los uruguayos, en un esfuerzo por recuperar su posición prominente en el espectro político del país.

La sombra de la corrupción

En una reciente entrevista concedida al programa «Cero Estrés» de Radio Turística de Salto, el colorado Agustín Acosta y Lara, exdirector de Telecomunicaciones, compartió su visión sobre el futuro político y social del departamento de Salto, subrayando la urgencia de abordar el desempleo y la estancación con soluciones innovadoras y una renovación en la representación departamental. Acosta y Lara no escatimó en críticas hacia figuras políticas establecidas, particularmente en contra del senador Germán Coutinho, a quien acusó de fomentar prácticas corruptas y de clientelismo, características que, según él, deben quedar en el pasado.

Contrastando esta visión, el exdirector puso en alto a Marcelo Malaquina, presentándolo como el estandarte de un futuro prometedor para Salto. Según Acosta y Lara, Malaquina simboliza un joven pero experimentado liderazgo, marcado por el entusiasmo, la transparencia y un compromiso firme con el republicanismo y la utilidad pública. En palabras de Acosta y Lara, Malaquina «representa todo lo que queremos proyectar hacia el futuro: una visión renovada, sin ataduras a prácticas corruptas o de clientelismo».

La entrevista, más allá de sus críticas, fue un llamado a la unidad y la colaboración sin distinciones ideológicas. «Si van de izquierdas, de derechas, o de donde sean, los invitamos a todos a unir esfuerzos para pensar en el desarrollo que Salto necesita», expresó Acosta y Lara. Este enfoque inclusivo subraya la necesidad de pensar más allá de las etiquetas políticas para encontrar soluciones reales a los problemas que enfrenta el departamento y no escatimó en críticas hacia figuras políticas establecidas, particularmente en contra del senador Germán Coutinho, a quien acusó de fomentar prácticas corruptas y de clientelismo, características que, según él, deben quedar en el pasado.

Esta conversación en «Cero Estrés» deja en claro que para Acosta y Lara, la clave del progreso en Salto reside en la innovación, el compromiso con la transparencia y la urgencia de introducir nuevas figuras en el panorama político departamental. Su apoyo a Marcelo Malaquina no solo resalta las cualidades que considera esenciales para liderar el cambio, sino que también establece un contraste directo con lo que critica de la gestión actual, marcando un antes y un después en la política de Salto.
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