Salto busca un cambio: la propuesta de Malaquina simboliza la transparencia y el nuevo liderazgo, contraponiéndose a la corrupción arraigada.
La sombra de la corrupción
Contrastando esta visión, el exdirector puso en alto a Marcelo Malaquina, presentándolo como el estandarte de un futuro prometedor para Salto. Según Acosta y Lara, Malaquina simboliza un joven pero experimentado liderazgo, marcado por el entusiasmo, la transparencia y un compromiso firme con el republicanismo y la utilidad pública. En palabras de Acosta y Lara, Malaquina «representa todo lo que queremos proyectar hacia el futuro: una visión renovada, sin ataduras a prácticas corruptas o de clientelismo».
La entrevista, más allá de sus críticas, fue un llamado a la unidad y la colaboración sin distinciones ideológicas. «Si van de izquierdas, de derechas, o de donde sean, los invitamos a todos a unir esfuerzos para pensar en el desarrollo que Salto necesita», expresó Acosta y Lara. Este enfoque inclusivo subraya la necesidad de pensar más allá de las etiquetas políticas para encontrar soluciones reales a los problemas que enfrenta el departamento y no escatimó en críticas hacia figuras políticas establecidas, particularmente en contra del senador Germán Coutinho, a quien acusó de fomentar prácticas corruptas y de clientelismo, características que, según él, deben quedar en el pasado.