¿Hospital Resolutivo?


Dr.Alvaro Vero

Por el Dr. Alvaro Vero
Esp. en Salud Pública

A cuatro años de la gestión hospitalaria en Salto, es pertinente realizar un balance de actuación. Este análisis debe realizarse considerando los avances tecnológicos que se han registrado tanto en los departamentos limítrofes como en el interior del país, por ejemplo, en Durazno. A pesar de contar con el mismo gobierno y ministerio, la dirección ha cambiado, reemplazando la selección por concurso (Dra. Barusso) con cuatro directores designados a dedo. Lejos de constituir una crítica política partidaria, nuestro objetivo es simplemente reafirmar la necesidad de una auditoría específica para el sistema sanitario salteño, distinto al del resto del país y plagado de conflictos de interés empresariales y profesionales bajo la forma de S.A. y de S.R.L., lo que ha resultado en atavismo y anomia en el sistema local.

El gasto en salud aumenta en todos los países, y su tasa anual supera la del PIB, convirtiéndose en una carga para el gobierno y la economía nacional. La tecnología debe demostrar su acción, eficacia, seguridad y los beneficios que justifiquen el costo que genera. La tecnología incluye medicamentos, procedimientos médicos, diversos equipos utilizados en la atención médica y la organización sanitaria, así como la capacitación.

¿Cuál es la evaluación de las necesidades del hospital? ¿Qué dispositivos médicos se consideran necesarios y cuáles son prioritarios? Esto aún no se conoce ni se ha evaluado. Tampoco se conocen las necesidades de la población desde el punto de vista demográfico y epidemiológico. El establecimiento de prioridades es un proceso estratégico que deben realizar los gestores y responsables de la contratación de servicios.

No es casualidad que el Tribunal de Cuentas, a través de la contadora delegada de la región norte, observara 1252 gastos en agosto-septiembre de 2023 por casi 130 millones de pesos, reiterados, y según la constitución, se enviaron a la asamblea general el 26/01/24 con observaciones a 6 artículos del TOCAF (Texto Ordenado de Administración Financiera) que controla las compras del estado. Este señalamiento se hizo a la región norte de ASSE.

Por otra parte, en el plan de auditoría para 2023 de ASSE, se establecieron como riesgos la inadecuada planificación de medicamentos, la gestión deficiente del stock, la falta de personal idóneo, la gestión de compras para traslados, y como procesos de alto riesgo, además se consideran las gestiones directivas y estudios médicos, entre otros.

No sorprende, entonces, los llamados a sala y los pedidos de informes en el Legislativo. En el caso del HRS, la Representante Lucía Etcheverry, según el oficio 7724 del 15/8/22, solicita información que le es respondida el 17/1/23 por el Dr. Cipriani. Entre las preguntas se incluían temas sobre traslados e intereses médicos, como «¿Qué estudios se realizan fuera del hospital?» y «¿Quién los autoriza?», además de quiénes son los proveedores, la modalidad de contratación y cuánto se paga por ellos. También se mencionaban déficits en algunas especialidades y situaciones particulares.

El punto 8 del informe destaca que en Traumatología «se realizan solamente urgencias y emergencias, las cuales se resuelven por la IAMCCPP local». Se omite mencionar que la traumatología fue trasladada en su totalidad por el Dr. Sergio Benquet, traumatólogo del HRS, a su sanatorio (S.A), con la mutual asegurando el cobro. Una auditoría debería determinar si, siendo traumatólogo del HRS, cobraba a la vez por la «tercerización».

El informe concluye con observaciones y sugerencias de la Dra. Selva Tafernaberry, responsable única como ordenadora de gasto, admitiendo que no cuenta con cardiólogo ni neurólogo de guardia. El análisis de las «tercerizaciones» será tema de otra nota.

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