Sorpresa y difícil

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Dr.Alvaro Vero

Por el Dr. Alvaro Vero
Esp. en Salud Pública

Con grata sorpresa informativa de los matutinos salteños del 23/3/24, descubrimos otra iniciativa carente de criterios claros. Se ha implementado la telemedicina y su correspondiente equipamiento en el Hospital de Salto, aunque de manera escasa, todo bajo la dirección de la Dra. Rosario Berterretche de ASSE.

Lo que fue presentado casi como una novedad resulta ser, a la vista de todos, otra aventura más. Quizás intentaban referirse a teleconsultas, pero se encuentran con los mismos obstáculos que el Hospital del Cerro: la falta de fundamentos técnicos, académicos, de financiamiento, revelando que se trata más de una maniobra de pirotecnia política que de un avance médico real.

Es imposible que la Dra. Berterretche desconozca la experiencia uruguaya con el financiamiento del BID de varios millones de dólares, ya que ella misma fue la representante de ASSE (aunque ausente permanentemente por certificación médica) entre los años 2008-2014, periodo durante el cual se desarrolló el primer sistema de telemedicina del país, un sistema que ahora parece ignorar. Ni mencionar a los encargados del marketing hospitalario (HRS), siendo el hospital un lugar piloto en el programa.

Todo esto aparenta ser una maniobra de ASSE, con un marcado tinte político partidario, dado que no se menciona a AGESIC ni a Salud-UY (Agencia del Gobierno Electrónico de Uruguay y su área en la salud), organismos donde se registra todo el historial del país en esta materia, junto con las respectivas valoraciones internacionales de la Telemedicina en Uruguay.

En momentos en que Salto enfrenta brotes de dengue y muertes que podrían haberse evitado, similar a lo sucedido con el Covid-19, parece haber un desvío en la atención pública, siempre buscando la foto perfecta con la dirección departamental, que muestra poco o nulo conocimiento sobre el tema y que, durante cuatro años, nunca lo mencionó.

Otro aspecto curioso es la presencia del encargado de las RAP, cuya formación como odontólogo poco o nada tiene que ver con la telemedicina, aunque su sector político (lista 71 de Salto) respaldó fuertemente la estrategia sin atender adecuadamente la salud bucal, un área con necesidades críticas entre la población asistida por ASSE, según el programa de salud bucal 2015-2020. Un fracaso total, excepto por los cargos obtenidos mediante la política.

El portavoz hospitalario, anteriormente de la lista 504 y ahora especulando con la diputación, nunca ejerció de manera efectiva, limitándose a consultas de 15 minutos antes de proceder al cobro. Quizás ahora esté pensando en cómo manipular las bases para el concurso de oftalmólogo.

En resumen, la telemedicina une las tecnologías de la información para garantizar la continuidad asistencial donde la distancia juega un papel crucial. Según la OMS, es la estrategia de salud para el siglo XXI. Sin embargo, nos encontramos ante juegos políticos que, a menudo, no suman nada, sino que evidencian una competencia destructiva que dificulta los acuerdos entre fuerzas políticas para mejorar la gestión pública.

Es el caso de la Dra. Berterretche, quien bien sabe que, con aportes no reembolsables del BID y Femi, se desarrolló el primer sistema de telemedicina para las cooperativas del interior, un proyecto reconocido y premiado tanto a nivel internacional como local. Ella misma tuvo un papel representativo en ASSE durante el proyecto, y hoy parece iniciar de nuevo algo que, al igual que con el Hospital del Cerro, se percibe más como una aventura política que como un esfuerzo académico serio.

Es muy complejo y difícil asegurar que esta expresión de deseos publicada logre sus objetivos. Lo dicho: sorpresa y difícil.

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