Casi 1.200 millones de personas en el mundo carecen de acceso a electricidad

En un impactante hallazgo, se ha revelado que aproximadamente 1.180 millones de personas en el mundo carecen de acceso a electricidad, mucho más que la cifra oficial de 733 millones. Este descubrimiento proviene de un innovador estudio que utiliza imágenes satelitales diurnas y nocturnas de alta resolución para identificar firmas de emisión de luz en asentamientos humanos en el mundo en desarrollo.

La investigación, liderada por Brian Min de la Universidad de Michigan y publicada en la revista Joule, proporciona las primeras clasificaciones computacionales de la pobreza energética a nivel global, evaluando hasta 3.000 noches de imágenes satelitales. Este método ha permitido una estimación más precisa y revela que la pobreza energética es un 60% mayor de lo que se creía.

El análisis a nivel de asentamientos en África subsahariana muestra que gran parte de la variación en las tasas de pobreza energética se debe a diferencias en densidad de población, lejanía y características del terreno dentro de los países. A pesar de esto, muchas comunidades están cerca de áreas con redes eléctricas establecidas, lo que sugiere que se pueden reducir las brechas energéticas sin necesidad de grandes inversiones en nuevas infraestructuras.

La mayoría de las personas que sufren de pobreza energética viven en áreas remotas, con baja densidad de población y terrenos accidentados. Este hallazgo subraya la necesidad urgente de estrategias efectivas para garantizar acceso a energía asequible, confiable y sostenible para todos.

El estudio destaca la disparidad entre las estimaciones oficiales y la realidad en el terreno, indicando que es necesario intensificar los esfuerzos para abordar las inequidades energéticas. Los métodos utilizados en esta investigación ofrecen nuevas capacidades para el seguimiento y monitoreo de la pobreza energética, proporcionando datos cruciales para el desarrollo de políticas y programas dirigidos a mejorar el acceso a electricidad en las regiones más necesitadas.

La pobreza energética no solo implica la falta de luz eléctrica; afecta todos los aspectos de la vida cotidiana, desde la educación hasta la salud y el desarrollo económico. En las áreas más afectadas, la falta de electricidad limita las oportunidades de crecimiento y perpetúa el ciclo de la pobreza.

Este estudio aporta una nueva perspectiva sobre la escala del problema y sugiere que con una planificación adecuada y el uso de tecnologías avanzadas, es posible hacer progresos significativos en la lucha contra la pobreza energética. Al reconocer y abordar estas disparidades, se pueden crear oportunidades para millones de personas, mejorando su calidad de vida y promoviendo un desarrollo más equitativo y sostenible a nivel global.

El desafío ahora es transformar estos hallazgos en acciones concretas que puedan cerrar la brecha energética y asegurar que nadie quede a oscuras en el camino hacia un futuro más brillante y justo.

©Diario Salto Al Día. Todos los derechos reservados
Uruguay