Los baños de las Termas del Arapey en Salto se encuentran en un estado alarmante de deterioro, según denuncias de vecinos y visitantes. Las imágenes muestran una realidad deplorable: hongos en las paredes y techos, suciedad acumulada y evidente falta de mantenimiento. Este descuido es un claro reflejo de la negligencia de la intendencia local.
Las condiciones de los baños son simplemente inaceptables. Las paredes están cubiertas de moho y manchas de humedad, el suelo presenta suciedad incrustada y la falta de higiene es evidente en cada rincón. Los techos de los baños también muestran signos de abandono, con humedad y hongos que se extienden sin control.
Además, la piscina cerrada de las Termas del Arapey presenta una situación crítica. Se le han roto 18 vidrios que no han sido reparados en casi nueve años, dejando expuestos a los visitantes a posibles accidentes. Los bancos alrededor de la piscina están con la madera podrida, un riesgo para cualquier usuario.
El parque japonés dentro de las termas también está en un estado lamentable. La vegetación ha crecido de manera descontrolada, haciendo imposible visualizar la belleza original del lugar. El agua estancada en el parque es putrefacta, emitiendo malos olores y convirtiéndose en un foco de infección.
Los vecinos y turistas están indignados por el estado de abandono de este importante destino turístico. «Es una vergüenza que un lugar tan emblemático de nuestro departamento esté en estas condiciones. La intendencia, tanto Andrés Lima como Gustavo Chiriff, se han desentendido completamente de su responsabilidad. No han hecho nada para solucionar estos problemas», declaró un vecino.
Es imperativo que las autoridades tomen medidas urgentes para revertir esta situación. Las Termas del Arapey son un patrimonio de Salto y deben ser mantenidas adecuadamente para garantizar la seguridad y el disfrute de todos los visitantes. La comunidad exige una respuesta inmediata y efectiva de la intendencia para solucionar el deterioro de las instalaciones y restaurar el lugar a su estado digno.