La marca fue creada con el objetivo para dar a conocer el territorio en el que se comenzó a conocer este fruto hace 5.500 años, así como poner de relieve a Ecuador como primer productor de cacao fino de aroma del mundo.
El cacao, materia prima para la elaboración del chocolate, es uno de los productos más representativos del País de los Cuatro Mundos.
Ecuador es el tercer productor de cacao a nivel mundial, y líder en la producción del cacao fino de aroma, muy apreciado por su altísima calidad y características únicas, y empleado en la elaboración del mejor chocolate gourmet.
Además, el cacao es un icono de la riqueza gastronómica ecuatoriana, convirtiéndose en un agente clave para el turismo. En diversos puntos de la geografía del país se ofrecen catas, menús gourmet, chocoterapias y experiencias inmersivas para participar en todas las etapas de su procesamiento.
Desde su cosecha hasta la degustación del chocolate, el viajero podrá recorrer las rutas turísticas de la Tierra del más Fino Chocolate y embarcarse en un viaje sensorial para conocer este valioso producto en haciendas y fincas, restaurantes, tiendas especializadas o incluso museos.
La industria relacionada con el cacao ofrece empleo directo e indirecto a alrededor de 400.000 personas en el país, aportando, además, a la conservación de manifestaciones culturales.
Su cultivo, realizado en un 98% en pequeñas fincas que suman 630 mil hectáreas en total, es un importante elemento de la historia, tradición y modo de vida ecuatorianos.
En Europa, este producto se está dando a conocer a través de diversas activaciones en ferias como FITUR, ITB, LATA EXPO y próximamente en la National Geographic Traveller Food Festival de Londres, acercando lo mejor de la gastronomía ecuatoriana al sector turístico y los viajeros.
LA PEPA DE ORO, CLAVE EN ECUADOR.
En 2007, unas pruebas de carbono 14 cambiaron la historia, confirmando que los restos de cacao más antiguos del mundo tienen su origen en Ecuador, pues la cultura Mayo Chinchipe – Marañón ya cultivaba este preciado alimento.
A lo largo de los siglos, el cultivo del cacao se extendió por América Central, aunque no fue hasta el siglo XVIII que Europa mostrase un gran interés por ‘la pepa de oro’. Entre 1880 y 1920, Guayaquil se consolidó como centro de exportación, y el consumo mundial de cacao creció un 800%.
En 2005, el cacao ecuatoriano fue reconocido mundialmente por su sabor y aroma únicos, convirtiéndose en un símbolo del país y un icono de su desarrollo social, económico y político.
Desde 2017 también es Patrimonio Cultural Nacional Inmaterial del Ecuador, mientras que 2022 se declara al Cacao Ecuatoriano y su cadena de producción, como actividad de interés turístico nacional.