GRANADA, 11 de junio (EUROPA PRESS)-
Una investigación en la que participa la Universidad de Granada (UGR) investigó el impacto de acumular una mayor cantidad de actividad física de intensidad moderada-vigorosa sobre los niveles de glucosa en adultos con sobrepeso u obesidad, certificando que influye positivamente, especialmente al final del día. día en horario de tarde-noche.
El grupo de investigación de la UGR desarrolló este trabajo con los hospitales universitarios Clânico San Cecilio y Virgen de las Nieves de Granada, la Universidad Pública de Navarra y los centros de investigación biomédica de la red de Obesidad y Fragilidad y Envejecimiento Saludable.
Los investigadores Antonio Clavero Jimeno y Jonatan Ruiz, del Departamento de Educación Física y Deportiva de la Facultad de Ciencias del Deporte y del Instituto Universitario Mixto de Deporte y Salud del GUR, lideran este estudio y explican que no se sabía si debían ser más activos en un momento del día (mañana o tarde) puede maximizar los beneficios cardiometabólicos de la actividad física.
“Elegir el momento óptimo del día parece ser una estrategia emergente para aumentar los beneficios de la actividad física sobre el metabolismo de la glucosa, especialmente en personas con resistencia a la insulina y con riesgo de diabetes tipo 2”, detallaron los investigadores según informa la UGR en un comunicado. Presione soltar.
Los resultados del estudio demostraron que acumular una mayor cantidad de actividad física de intensidad moderada-alta en el periodo de la tarde-noche, es decir, entre las 18.00 y las 12.00 horas, parece tener un efecto positivo en la regulación de la glucosa. en hombres y mujeres con sobrepeso u obesidad.
Además, los beneficios de la actividad física son mayores en personas que presentan alguna alteración en el metabolismo de la glucosa, como niveles elevados de glucosa, hemoglobina glicosilada o índice de resistencia a la insulina en ayunas. Los resultados son similares en hombres y mujeres.
En la investigación participaron un total de 186 adultos (50% de ellos mujeres) con una edad promedio de 47 años, con sobrepeso u obesidad. Estas personas utilizaron un acelerómetro y un monitor continuo de glucosa durante 14 días para “medir la cantidad de actividad física y los niveles de glucosa las 24 horas del día”, detalló la UGR.
Cada día se clasificó como “inactivo” si no se acumulaba actividad física, y como “mañana”, “tarde” o “noche” si entre ellos se acumulaban más del 50 por ciento de los minutos de actividad física registrados ese día. 6:00 am y mediodía, entre 12:00 pm y 6:00 pm y, finalmente, hasta medianoche; o como «mixto» si ninguno de los períodos definidos representó más del 50% de la actividad física de ese día.
Los resultados pueden tener diferentes aplicaciones prácticas, especialmente en una población con riesgo de “sufrir resistencia a la insulina o diabetes tipo 2”, destacando la importancia de considerar el momento del día a la hora de prescribir ejercicio físico. Esta información podría ser crucial para mejorar la eficacia de las intervenciones de ejercicio en estas poblaciones, destacaron los expertos.