El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha mostrado este jueves su preocupación por la ley húngara contra injerencias extranjeras al considerar que una de las oficinas creadas a raíz de la misma no tiene ninguna limitación para «atentar» contra los Derechos Humanos.
«Estados Unidos está profundamente preocupado por la aplicación por parte del Gobierno húngaro de la ‘Ley de Soberanía’, incluidas las medidas draconianas adoptadas esta semana por la recién creada Oficina de Protección de la Soberanía contra las actividades de la sociedad civil y las organizaciones de medios de comunicación independientes», ha expresado Miller en un comunicado.
En ese sentido, ha aseverado que el Gobierno de Hungría tiene la intención de «acosar, intimidar y castigar» a diferentes organizaciones independientes, y ha criticado la ley por «no poner límite alguno» a la capacidad de la recién creada oficina de «atentar» contra los Derechos Humanos y las libertades fundamentales de los ciudadanos húngaros.
«Esta ley no pone límite alguno a la capacidad de esta entidad para atentar contra los derechos humanos y las libertades fundamentales de sus propios ciudadanos y pone en peligro a cualquier país, entidad empresarial o individuo que decida relacionarse con ellos. Estados Unidos seguirá defendiendo la protección de las organizaciones de la sociedad civil y la libertad de los medios de comunicación frente a estas medidas antidemocráticas», ha añadido.