No se aprende del fracaso y creerlo te duele

La idea de que el fracaso conduce al éxito puede ser inexacta y perjudicial para la sociedad, según una investigación de la Universidad Northwestern (Estados Unidos) publicada por la Asociación Estadounidense de Psicología.

Los investigadores realizaron 11 experimentos con más de 1.800 participantes en múltiples dominios y compararon las estadísticas nacionales con las respuestas de los participantes. En un experimento, los participantes sobrestimaron enormemente el porcentaje de futuros enfermeros, abogados y profesores que aprueban los exámenes de licenciatura después de haber fracasado anteriormente.

«La gente espera que el éxito siga al fracaso con mucha más frecuencia de lo que realmente ocurre», dijo la investigadora principal Lauren Eskreis-Winkler, profesora asistente de gestión y organizaciones en la Universidad Northwestern. «La gente suele suponer que el comportamiento pasado predice el comportamiento futuro, por lo que es sorprendente que a menudo creamos lo contrario cuando se trata de éxito tras fracaso».

En algunos experimentos, los participantes asumieron erróneamente que las personas prestan atención a sus errores y aprenden de ellos. En una prueba de campo, las enfermeras sobreestimaron cuánto aprenderían sus colegas de un error del pasado. “La gente suele confundir lo que es con lo que debería ser”, reflexiona Eskreis-Winkler. «La gente debería prestar atención y aprender del fracaso, pero a menudo no lo hacen porque el fracaso es desmotivador y amenaza su ego».

Si bien decirle a las personas que tendrán éxito después del fracaso puede hacerlas sentir mejor, esta mentalidad puede tener consecuencias dañinas en el mundo real, como señala Eskreis-Winkler. En un experimento, los participantes asumieron que los pacientes cardíacos adoptarían estilos de vida más saludables, cuando muchos de ellos no lo hacen.

“Las personas que creen que los problemas se solucionarán después del fracaso están menos motivadas para ayudar a quienes lo necesitan”, señala Estreis-Winkler. «¿Por qué invertiríamos tiempo o dinero para ayudar a las poblaciones en dificultades si creemos erróneamente que se recuperarán?»

Sin embargo, las personas pueden recalibrar sus expectativas cuando se les da información sobre los insignificantes beneficios del fracaso. En dos experimentos, los participantes apoyaron más la financiación de los contribuyentes para programas de rehabilitación de ex delincuentes y programas de tratamiento de drogas cuando se enteraron de las bajas tasas de éxito de las personas que utilizaban estos programas. “Corregir nuestras creencias erróneas sobre el fracaso podría ayudar a desviar el dinero de los contribuyentes del castigo a la rehabilitación y la reforma”, dice Eskreis-Winkler.

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