El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha expresado su apoyo a las autoridades nacionales que tienen previsto aumentar los requisitos de colchón de capital exigidos a las entidades al considerar que este incremento mejoraría la capacidad de abordar vulnerabilidades y reaccionar ante posibles turbulencias al mismo tiempo que es poco probable que un aumento gradual de los requisitos reduzca sustancialmente la oferta de crédito.
En este sentido, el BCE señala que varias autoridades han aumentado los requisitos de colchones de capital liberables (colchones de capital anticíclicos y colchones de riesgo sistémico) para abordar vulnerabilidades relevantes y mejorar su capacidad de responder a ‘shocks’ adversos en caso de que se materialicen.
Además, las autoridades han implementado o mantenido medidas basadas en los prestatarios, principalmente con el objetivo de garantizar estándares crediticios sólidos en los mercados hipotecarios.
En la actualidad, 15 países que participan en la supervisión bancaria europea han anunciado o han implementado una tasa positiva para el colchón de capital anticíclico, 12 países han anunciado o han implementado una tasa positiva para el colchón de riesgo sistémico (sectorial) y 16 países han aplicado alguna forma de medidas basadas en el prestatario.
De tal modo, si bien el ciclo financiero de la zona del euro se está contrayendo de manera ordenada y hasta ahora el sistema bancario ha demostrado resistencia, desde mediados de 2022, el crecimiento del crédito y el crecimiento de los precios inmobiliarios se han desacelerado notablemente en toda la unión bancaria en un contexto de condiciones financieras más estrictas y un entorno macrofinanciero desafiante.
Al mismo tiempo, mientras que la rentabilidad bancaria ha aumentado al nivel más alto desde la crisis financiera mundial de 2008, impulsada por mayores ingresos netos por intereses y un bajo coste del riesgo hasta el momento, sin embargo, se espera que aumenten los obstáculos que enfrenta la rentabilidad bancaria y persisten vulnerabilidades relevantes para la política macroprudencial, particularmente en forma de elevado endeudamiento y signos continuos de sobrevaluación en los mercados inmobiliario y financiero de varios países.
Además, el BCE advierte de que el riesgo geopolítico y la incertidumbre macrofinanciera siguen siendo elevados, lo que crea la posibilidad de que se produzcan más ‘shocks’ adversos para la economía y el sistema financiero, mientras que el aumento de las amenazas derivadas de los riesgos cibernéticos también puede plantear desafíos a la estabilidad financiera.
En este contexto, y en ausencia de signos de pérdidas generalizadas o restricciones a la oferta de crédito derivadas del capital bancario, las autoridades nacionales deberían mantener los requisitos de colchón de capital existentes con el fin de ayudar a preservar la resiliencia del sector bancario y garantizar que haya reservas disponibles en caso de que el sector bancario o las condiciones macrofinancieras se deterioren.
De hecho, el Consejo de Gobierno «apoya a las autoridades nacionales que planean aumentar los requisitos de colchón de capital» puesto que, en algunos países, sigue siendo deseable aumentar aún más los requisitos de reservas de capital liberables para abordar las vulnerabilidades y mejorar el espacio macroprudencial, ya que las condiciones imperantes en el sector bancario limitan los riesgos de prociclicidad.
En este sentido, considera que mayores colchones de capital liberables brindan beneficios al mejorar la capacidad de las autoridades macroprudenciales para abordar las vulnerabilidades y reaccionar ante posibles shocks que puedan surgir en el futuro, incluidos posibles ‘shocks’ en relación con las incertidumbres geopolíticas y macrofinancieras mencionadas anteriormente.
Al mismo tiempo, concluye que «es poco probable que un aumento gradual de los requisitos de colchón de capital liberable reduzca mucho la oferta de crédito y, por lo tanto, implicaría bajos costes económicos», debido a que los bancos son rentables y/o tienen un cómodo margen de maniobra por encima de los requisitos de capital.
Por otro lado, aunque en algunos países se observa una desaceleración ordenada del sector inmobiliario residencial, el Consejo de Gobierno del BCE insta a las autoridades nacionales a mantener las medidas existentes basadas en los prestatarios para preservar normas crediticias sólidas y sostenibles.
«La desaceleración del sector inmobiliario residencial en la zona del euro se ha debido principalmente a la caída de los precios en unos pocos países, mientras que los precios siguen aumentando en la mayoría de los países», apunta la entidad.
Dado este entorno de riesgo, las medidas existentes basadas en los prestatarios, como límites a la cantidad que un cliente puede pedir prestado en relación con sus ingresos o el valor de la garantía, «deben mantenerse como respaldo para evitar préstamos excesivamente arriesgados».
Si bien se debe evitar una flexibilización general de los límites, el BCE apunta que se podrían considerar ajustes específicos a ciertos elementos de diseño específicos de cada país si resultan ser demasiado vinculantes en el entorno actual, como ya han hecho algunos países que participan en la supervisión bancaria europea en el pasado reciente.