En una clara demostración de indignación y urgencia, vecinos del extremo oeste de Salto se congregaron frente a la intendencia para exigir soluciones al lamentable estado de las calles, que recientemente resultó en la muerte de una mujer debido a un pozo negligido. Este trágico evento ha encendido la furia de los salteños, quienes acusan al gobierno local de descuido y falta de acción eficaz.
La víctima, una trabajadora de 49 años, encontró su fin en un accidente que, según los residentes, era totalmente evitable con un mantenimiento adecuado de la infraestructura vial. «No estamos aquí por política; estamos aquí por justicia y seguridad. Estamos hartos de que nuestras demandas sean ignoradas mientras nuestras calles se convierten en trampas mortales», declaró un familiar de la fallecida.
Los manifestantes, compuestos por familias, jóvenes y ancianos, se presentaron con carteles y voces altas, buscando hacerse oír. «¿Cuántas vidas más deben perderse para que se tomen medidas concretas?», preguntó uno de los participantes, conmovido.
El reclamo de los salteños no solo apunta a reparar el daño ya causado, sino también a prevenir futuras tragedias. Exigen un mapeo y reparación completa de todos los peligros viales en la zona, así como un compromiso de la intendencia de mantener las calles en condiciones seguras de forma sostenida.
Aún se espera una respuesta del gobierno local, pero la presión pública parece no disminuir. Los salteños del extremo oeste están determinados a luchar hasta ver cambios reales y duraderos en la seguridad vial de su sector.
Todos los ojos están ahora en la intendencia, esperando una respuesta adecuada a esta crisis que ha tocado profundamente a los salteños.