El Gobierno de Suecia no enviará a sus ministros a las reuniones informales organizadas este mes por Hungría, con motivo de su presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, en señal de protesta por su visita al presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú sin haber consultado con sus socios europeos.
«Las acciones de Hungría han sido perjudiciales y tiene que haber consecuencias», ha dicho la ministra de Asuntos de la Unión Europea, Jessika Roswall, quien ha explicado que a esas reuniones acudirán funcionarios de menor rango, según recoge la agencia de noticias DPA.
El boicot se producirá en cuatro reuniones informales ministeriales previstas para este mes en suelo húngaro, las de Medio Ambiente, Energía, Justicia y Empleo y Asuntos Sociales, y no se descarta que se sumen otros países.
Uno de estos países sería Finlandia, según ha adelantado el diario ‘Helsingin Sanomat’, citando fuentes oficiales. El acuerdo se habría logrado entre los primeros ministros sueco y finlandés, Ulf Kristersson y Petteri Orpo, este miércoles 10 de julio, en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Washington.
Entre los otros países que están estudiando unirse al boicot, según ha revelado Roswall, están Estonia, Letonia y Polonia, además también de Finlandia.
Preguntado al respecto, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha afirmado que la presidencia rotatoria no representa a la Unión Europea a nivel exterior. «Esto es una posición clara», ha subrayado en declaraciones a la prensa desde Washington, donde se celebra la cumbre de la OTAN.
Asimismo, el presidente del Consejo Europeo se ha referido al viaje de Orbán a Moscú para verse con Putin. «Esta visita por parte del primer ministro de Hungría no era una visita en nombre de la Unión Europea», ha recalcado.
«Ha habido advertencias severas expresadas por los demás Estados miembro. Contamos con que cualquier presidencia rotativa desempeñe un papel de intermediario honesto, que defienda la unidad europea (…) Creo que este episodio ha demostrado una fuerte determinación de la UE de apoyar a Ucrania», ha agregado.
La visita de Orbán al presidente Putin la semana pasada no ha gustado nada a sus socios europeos, que han insistido en remarcar que aquel encuentro nada tenía que ver con la presidencia rotatoria del Consejo de la UE que ostenta Hungría durante el próximo semestre, sino que se enmarca en las relaciones entre Moscú y Budapest.
Por su parte, Orbán, que día atrás había visitado Kiev por primera vez desde el inicio de la invasión, destacó que aquel encuentro tenía como objetivo conocer de primera mano las opiniones de Putin sobre el futuro devenir de la guerra de Ucrania, enmarcándolo en una «misión de paz» húngara.
Los 27 reprendieron a Budapest el miércoles en una reunión en Bruselas a nivel de embajadores por la gira de Orbán. Todas las delegaciones, a excepción de Eslovaquia, dejaron claro que no daban credibilidad a las explicaciones húngaras y consideraron que la forma de proceder del primer ministro es una ‘ruptura’ de los Tratados.
La decisión de enviar o no representantes a cada reunión informal corresponde a cada Estado miembro, por lo que no se espera una acción coordinada a nivel de 27 sino gestos individuales, según indicaron a Europa Press fuentes diplomáticas europeas.