El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha afirmado este miércoles que la ayuda anunciada de 40.000 millones de euros anuales para Ucrania en la cumbre celebrada en Washington no convierte a la Alianza Atlántica «en parte en el conflicto», sino que ayudará a Kiev a defenderse.
«No hacemos esto porque queramos prolongar una guerra. Hacemos esto porque queremos poner fin a la guerra lo antes posible», ha señalado durante una rueda de prensa, agregando que la Alianza debe mostrar «compromiso y acción» y no «inclinarse» ante el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Preguntado por la definición que aparece en la declaración de que el camino de Ucrania hacia la Alianza Atlántica es «irreversible», Stoltenberg ha afirmado que esto envía «un mensaje contundente» por parte de los aliados de que se busca la adhesión de Kiev.
«Las palabras son importantes y las palabras crean expectativas, crean una agenda, definen una ambición», ha subrayado el secretario general de la Alianza, agregando que, en muchos sentidos, las acciones son igual de fuertes que las palabras.
SOBRE EL PAPEL DE CHINA EN LA GUERRA
Por otro lado, ha asegurado que la declaración pone en el foco que China «facilita» la guerra en Ucrania. En este sentido, ha puesto el ejemplo de que proporciona equipos militares de doble uso, componentes de microelectrónica y otro tipo de componentes que permiten a Moscú construir misiles, bombas, aviones y armas.
«La guerra de Putin está alimentada por aquellos que no comparten nuestros valores. Irán y Corea del Norte brindan apoyo militar directo, mientras que China apoya a Rusia», ha resaltado, agregando que hay que mantenerse con los ojos abiertos ante la «amenaza» que ello representa.
Ante una pregunta sobre la posibilidad de que China llegue a suministrar armas de manera directa a Rusia, Stoltenberg ha indicado que ese escenario sería «mucho más serio». «El desafío ahora es que la diferencia entre enviar armas militares y hacer lo que China ya hace no es tan grande», ha advertido.