El presidente de la Comisión Ejecutiva de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), Omar Touray, ha anunciado este domingo la imposición del requisito de visado a los ciudadanos de Malí, Burkina Faso y Níger, que el sábado anunciaron la creación de la llamada Confederación de la Alianza de Estados del Sahel, una asociación entre los tres países desvinculada de la CEDEAO.
El diplomático gambiano ha abierto con esta declaración la cumbre ordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la CEDEAO que se celebra este domingo en Abuya (Nigeria) donde la reacción a la declaración de esta confederación, orquestada por los líderes militares de los tres países, tendrá un papel predominante.
De igual modo, Touray ha advertido de que los ciudadanos de los países afectados tampoco podrán constituir empresas tal y como estipula la carta de la CEDEAO y quedarán plenamente sujetos a las respectivas leyes nacionales.
Touray, no obstante, ha aprovechado para alertar del riesgo de «desintegración» que representa la decisión –«irrevocable», según los líderes militares– de que estos tres países abandonen el organismo.
«Nuestras poblaciones se ven beneficiadas de la libertad de circulación en nuestra zona, así como la ventaja de nuestro mercado común de más de 400 millones de habitantes. Es evidente que la desintegración no sólo perturbará la libertad de movimiento y asentamiento de las personas, sino que también empeorará la inseguridad en la región», ha avisado.
La cumbre ha empezado con dos horas de retraso y a puerta cerrada, algo muy poco habitual y después ha durado unas dos horas. Fuentes de la emisora RFI han indicado que la reacción a la creación de la confederación de dictaduras ha sido bastante fuerte.
Los firmantes de la confederación –el general nigerino Abdourahmane Tiani, el capitán burkinés Ibrahim Traoré y el coronel maliense Assimi Goita–, anunciaron el sábado tras una cumbre en Niamey (Níger) su decisión de «avanzar hacia una mayor integración entre los estados miembros de la Alianza de Estados del Sahel» con el objetivo primordial de facilitar el «libre movimiento de personas, bienes y servicios», reforzar la cooperación militar y la posible creación de un banco central y una moneda regional.
Mientras, el presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye, que participaba en su primera cumbre de la CEDEAO ha advertido del riesgo de desintegración de la organización. Además ha pedido que la CEDEAO se deshaga de los clichés que la acusan de estar a sueldo de potencias extranjeras y, por tanto, de los comentarios soberanistas. Luego, ha defendido evitar la manipulación de las constituciones, siempre según fuentes de RFI.
Los participantes en la cumbre de la CEDEAO han acordado una línea común para tratar con esta nueva entidad y que quedará reflejada en un comunicado final.
De acuerdo con las fuentes de la emisora, la CEDEAO está preparando duras medidas contra los dirigentes militares. «Nos esperábamos su anuncio. Había dos opciones, o que volvieran a negociar o que confirmaran su salida. Han elegido lo segundo, así que tendrán que asumir las consecuencias», avisan.