Así, Alvinesa, que facturó 100 millones de euros en 2023, se convierte en líder de aceite de semilla de uva, ácido tartárico y cremor tártaro, a la vez que refuerza sus posiciones en biocombustibles.
Alvinesa tendrá acceso a materias primas del hemisferio sur, que cuentan con una estacionalidad distinta y garantizará el suministro de productos durante todo el año.
Mediante las nuevas adquisiciones, Alvinesa también fortalece su marca en América y Estados Unidos, y sumará tres centros de producción a los dos que ya tiene en España. Así, ambiciona consagrarse como líder de la industria de ingredientes derivados de la uva y como exponente de economía circular.
De este modo, Alvinesa quiere «seguir siendo un referente» del ‘suprarreciclaje’, que consiste en transformar un desecho natural en un producto de calidad, según explica el director general de la empresa, Jon Fernández de Barrena.