Las autoridades de Taiwán han acusado este jueves al Gobierno de China de hacer uso de una «guerra psicológica» contra la isla, la cual considera una provincia más bajo su soberanía, tras interceptar y retener un barco pesquero taiwanés cerca de las islas Kianmen, que se encuentran bajo control taiwanés a pesar de su proximidad a la China continental.
Desde Taipei han condenado la medida y han aseverado que harán «todo lo posible» para lograr la liberación de la embarcación y su tripulación. Así, han insistido en que el objetivo de la intercepción es «ejercer una mayor presión» sobre las autoridades taiwanesas en pleno repunte de la tensión entre las partes.
La Guardia Costera taiwanesa ha indicado en un comunicado que la tripulación del barco, formada por seis personas, había estado pescando el martes por la noche a unas 24 millas náuticas (44 kilómetros) de la isla de Kinmen cuando fue interceptada por guardacostas chinos, que abordaron la embarcación, reclamaron su control y transportaron al barco pesquero al puerto de Weitou, en la provincia china de Fujian.
En este sentido, el Gobierno taiwanés ha pedido a Pekín mostrar «verdaderos indicios de buena fe» y poner fin a las medidas que solo «aumentan la presión sobre el territorio», según ha recogido la agencia de noticias CNA.
La Guardia Costera de Taiwán, que ha recalcado que en anteriores ocasiones los buques de este tipo interceptados por China son puestos en libertad tras pagar una multa, ha rechazado los argumentos de Pekín, que insiste en que los pescadores estaban violando una prohibición e incumpliendo la normativa de pesca.