Coordinador de campaña de Lima sigue contratado en Salto y viene una vez a la semana

En una reciente entrevista con el programa En Perspectiva que conduce el periodista Emiliano Cotelo, Rubén Villaverde, coordinador de campaña de Andrés Lima, reveló que fue contratado para trabajar en la Intendencia de Salto, específicamente en el departamento de Hacienda. Villaverde aclaró que su rol es de coordinación de las agrupaciones nacionales y no de jefe de campaña, como se había especulado. Este nombramiento ha generado controversia, ya que se cuestiona por qué se contrató a una persona de fuera de Salto en lugar de dar esa oportunidad a un residente local.

Villaverde explicó que su trabajo incluye la coordinación de fechas, la organización de actos y la logística de la campaña, pero enfatizó que no tiene la responsabilidad de jefe de campaña. Además, mencionó que Andrés Lima le pidió ayuda con algunos temas del Congreso de Intendentes y la oficina de la Intendencia de Salto en Montevideo, que maneja más de 30,000 trámites anuales.

Lo que ha suscitado mayor polémica es el hecho de que Villaverde dedica entre 30 y 40 horas semanales a sus tareas en Hacienda, viajando a Salto solo una vez por semana. Este acuerdo ha sido criticado por dar prioridad a una persona externa mientras los salteños quedan relegados.

Adicionalmente, Villaverde tiene una empresa de distribución de material educativo desde hace 30 años, la cual ha tenido que descuidar debido a sus compromisos actuales. Esta situación alimenta las críticas hacia Andrés Lima, quien ya enfrenta acusaciones de corrupción en la Intendencia de Salto. La contratación de Villaverde, sumada a estos actos, ha generado un clima de desconfianza y descontento entre los ciudadanos, quienes cuestionan las decisiones del intendente y su compromiso con la comunidad local.

La lectura generalizada es que Lima ha contratado a Villaverde no solo para tareas administrativas, sino también para manejar aspectos clave de su campaña, una práctica que se percibe como poco ética y que podría estar contribuyendo a los problemas de transparencia que enfrenta su administración. La falta de un jefe de campaña definido y la existencia de múltiples coordinadores también plantea dudas sobre la eficacia y organización de la campaña de Lima, mientras que la dedicación limitada de Villaverde a su rol en Salto resalta aún más la desconexión entre la intendencia y sus residentes.

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