El expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha pedido este viernes a la jueza Aileen Cannon que paralice el caso en su contra por negligencia en el uso de documentos confidenciales tras el fallo del Tribunal Supremo, que dictaminó que el magnate gozaba de inmunidad parcial durante actos oficiales.
Los abogados de Trump han solicitado a Cannon que programe una serie de reuniones para que las partes discutan sobre la decisión del Supremo y han propuesto que los plazos se extiendan hasta septiembre, así como detener el caso hasta que haya una decisión por parte de la Justicia estadounidense, según ha recogido Bloomberg.
Esto se produce después de que el Supremo haya concedido a los tribunales de menor instancia la posibilidad de resolver por su cuenta en qué casos Trump se encontraba en pleno desempeño de sus funciones como presidente y cuándo estos casos eran puramente personales y se escapaban del oficialismo, y por tanto no quedan protegidos por esta inmunidad parcial.
Los cargos contra Trump –hasta 37– van desde la retención deliberada de información de defensa nacional hasta la conspiración para obstruir a la justicia. Tras su salida de la Casa Blanca, el magnate almacenó cajas en varios lugares de su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, como su dormitorio o una de sus oficinas, aunque también se llegaron a encontrar en el baño y en la ducha.
Trump enseñó páginas marcadas como clasificadas en hasta dos ocasiones a varias personas, mientras que también ordenó a su asistente personal, Walt Nauta, que moviera los papeles de un lado a otro para que no fueran encontrados por los investigadores.
El expresidente, que se declaró no culpable ante un tribunal de Miami, también llegó a enseñar páginas marcadas como clasificadas en hasta dos ocasiones a varias personas, según la investigación que lidera el fiscal especial Jack Smith.