Estados Unidos.- Andrés Jiménez: "Díaz Miguel tuvo claro desde el primer momento que íbamos a Los Ángeles a dar el campanazo"

El exjugador de baloncesto español Andrés Jiménez recuerda que el seleccionador nacional Antonio Díaz Miguel «tuvo claro desde el primer momento» que iban a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984 «a dar el campanazo», aunque lamenta que no hubiesen disputado partidos previos al torneo contra «un equipo americano que jugara de esa forma» para que la final ante Estados Unidos hubiera sido «mucho más competitiva».

«Antonio era ‘hipermegaoptimista’. Tuvo claro desde el primer momento que nosotros íbamos a Los Ángeles a dar el campanazo, y así fue», declaró Jiménez en una entrevista con Europa Press en el homenaje que les realizó Renfe por los 40 años de la medalla de plata que conquistaron en los Juegos Olímpicos de 1984.

Para el exjugador, ese éxito se fue fraguando en los últimos torneos. «Veníamos de Colombia del 82 de haber quedado cuartos en el Mundial y ganar a Estados Unidos, de conseguir la plata en Nantes en el Eurobasket ganando a la Unión Soviética, y luego el Preolímpico de París fue un circuito de oro», afirmó.

El exdeportista no se queda únicamente con la medalla de plata, sino con «ganar a selecciones que era imposible como Yugoslavia o la Unión Soviética». «Siento mucho orgullo de haber formado parte de un equipo, un conjunto de compañeros que en aquel momento conseguimos romper un techo muy importante para el baloncesto», advirtió el que fuera ala-pívot del combinado nacional.

También valora el hecho de que todavía mucha gente les vea por la calle y les recuerde esa gesta. «El sentir que hicimos felices a tanta gente, nos da satisfacción. Que a la gente le haya servido para pasarlo tan bien y que se acuerde de nosotros es muy bonito», señaló.

El andaluz cree que «coincidieron muchas cosas» para conseguir ese éxito como fue tener «muy buen equipo», ya que reunieron «12 jugadores de mucha calidad». «Pero también a nivel social. España en los 80 ya era el referente del fútbol y necesitaba otros deportes que fueran referentes», incidió.

«El baloncesto ocupó ese espacio y se crearon estructuras más profesionales, y todo eso se aprovechó muy bien para que, como decía Antonio, empezara a ser muy popular y absorbiera ese espacio en el que el país buscaba referentes a nivel deportivo», afirmó. El exjugador también considera clave el factor mediátic, porque «no había tanta competencia a nivel de medios como ahora» y su hito «tuvo mucha repercusión».

Antes de disputar aquellos Juegos tuvieron que superar el Preolímpico en París, que llegó tras una temporada muy cargada de partidos, debido a que ese curso 1983-84 fue el primero que tuvo Playoffs para decidir el campeón de la Liga ACB. Para jugadores como él, que militaba en el FC Barcelona, o los del Real Madrid, apenas hubo descanso. «Antonio te decía que nada de descansar una semana, que dos días y a jugar», rememoró.

FALTA DE PREPARACIÓN CONTRA RIVALES SIMILARES

Para Jiménez, el llegar a una final olímpica disputada en el pabellón por aquel entonces en el que jugaban Los Ángeles Lakers de Kareem Abdul Jabbar, fue «como pisar aquella parte de La Antártida que no había pisado nunca nadie». «Fue muy emocionante la verdad. Ahora lo estaba comentando con los compañeros, que es algo que cuando lo pienso me emociono», confesó.

Aquella final fue dominada claramente por la selección estadounidense, en la que jugaban un joven Michael Jordan que aún no había debutado en la NBA y otra futura estrella como Patrick Ewing, ya que, por entonces, con la selección no podían jugar los jugadores de la liga estadounidense. «Enfrentarte a él y ver que le metías puntos a él y a Patrick Ewing y a Sam Perkins que estaban también, te hacía venirte arriba», resaltó.

«Siempre he dicho que allí lo que nos faltó fue haber podido jugar un par de partidos previos, si no contra ellos, contra un equipo americano que jugara de esa forma. No creo que hubiésemos llegado a ganar, pero desde luego no hubiese habido tanta diferencia», aseveró.

Para el exbarcelonista la diferencia fue porque se encontraron «con una forma de jugar, sobre todo de defender» porque no habían entrenado «ese tipo de presión tan intensa». «Cuando algo lo entrenas, buscas jugadas que te mejoren, pero nosotros en ataque directamente nos colapsábamos», sentenció.

El medallista olímpico opina que «a poco» que hubiesen tenido «un poco más de preparación, la final hubiese sido mucho más competitiva». «Nadie pensó que íbamos a estar en una final, pero dos partidos previos nos hubieran venido muy bien», manifestó el andaluz.

Con todo, para Jiménez esa plata olímpica «rompió el techo», y a partir de ellos, «todas las generaciones que vinieron después ya veían que España no era aquella selección que iba a intentar hacerlo bien, sino que salía con la mentalidad de que se podía ganar».

Sin embargo, tuvieron que pasar más de dos décadas y algunos sinsabores hasta que llegó «un grupo de jugadores bien cuajados que rompieron ese techo», con la plata en Pekín 2008. «Los jóvenes vieron en aquel momento que se podía y que no había ese límite. Cuando fueron buenos, evidentemente llegaron a lo nuestro y lo superaron», relató.

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