También ponen el foco en mercados privados y mega-tendencias como la IA
Goldman Sachs Asset Management ha señalado, en el marco de su informe semestral sobre el estado de los mercados, su apuesta por la renta fija de calidad, la renta variable europea y las cotizadas de pequeña capitalización en Estados Unidos.
La firma ha ahondado en un comunicado que, en lo referente a renta fija, favorecen a los emisores de sectores que puedan demostrar resistencia a lo largo del ciclo económico, incluidos los bonos de grado de inversión (‘investment grade’, en la jerga) de grandes bancos y el crédito de alto rendimiento (‘high yield’) en los sectores industrial y energético.
Asimismo, han apuntado que las obligaciones de préstamo garantizadas (CLO) con calificación ‘AAA’ resultan atractivas.
En lo referente a la renta variable, han apuntado que la segunda mitad de 2024 puede presentar oportunidades para que los inversores amplíen sus horizontes más allá de los nombres más grandes, con las empresas estadounidenses de pequeña capitalización preparadas para repuntar, ofreciendo atractivas valoraciones absolutas y relativas.
«Las empresas de pequeña capitalización pueden proporcionar acceso al mayor potencial de crecimiento de los futuros líderes de mediana y gran capitalización», ha sostenido el director de inversiones de la entidad, Ashish Shah, en tanto que «la certidumbre en torno a los recortes de tipos debería proporcionar vientos de cola».
Respecto al Viejo Continente, ha indicado que la mejora de la combinación de crecimiento e inflación en Europa, combinada con una mejor dinámica de los beneficios empresariales y unas valoraciones modestas, es un «buen augurio» para la renta variable europea.
En otras geografías, han comentado que, en el caso del mercado de renta variable japonés, sigue habiendo grandes oportunidades, ya que los cambios estructurales están impulsando el buen comportamiento tras décadas de deflación.
Sobre el panorama macroeconómico, especialmente en Estados Unidos, han descrito que la resistencia que muestran tanto la economía como los beneficios empresariales y el mercado laboral ha contrastado con las sorpresas alcistas registradas en la inflación.
Esto se ha traducido, según la gestora, en un listón más alto para la esperada relajación de la política monetaria por parte de la Reserva Federal estadounidense (Fed), prolongando el escenario de tipos altos, una coyuntura que se ha trasladado negativamente para con la evolución de los mercados emergentes.
Entrando al detalle de la situación europea, desde la firma han apuntado que esperan que el Banco Central Europeo (BCE) prosiga con reducciones graduales de los tipos gracias a una inflación que ha cedido más que en Estados Unidos, si bien se mantendrá el foco en la evolución de los salarios, los precios de los servicios y cualquier episodio de endurecimiento de las condiciones financieras provocado por la incertidumbre política.
Además, Shah ha recordado que la posible escalada de los conflictos en Oriente Medio y Ucrania, unido a las elecciones estadounidenses, siguen siendo riesgos geopolíticos relevantes que añaden incertidumbre y que derivan en la necesidad de carteras equilibradas y estrategias de cobertura.
Por otra parte, los ejecutivos de la firma estadounidense han apuntado también en su informe semestral a las oportunidades latentes en los mercados privados (como el crédito) o la inversión en ‘mega-tendencias’, segmento en el que identifican cinco fuerzas clave: descarbonización, digitalización (espacio en el que entra la Inteligencia Artificial), desglobalización, desestabilización geopolítica y el envejecimiento demográfico.