La muerte de una joven bajo la tutela del INAU en Rivera revela graves deficiencias en la protección infantil y la existencia de explotación sexual.
La muerte de una adolescente en Rivera revela fallas en el sistema de protección del INAU y la explotación de menores, generando indignación y nuevas denuncias.
Hace poco, el fallecimiento de una joven de 16 años, que estaba bajo la tutela del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) en Rivera, ha puesto al descubierto una alarmante red de explotación infantil y graves fallos en el sistema de protección de menores.
Este trágico evento se conoció porque la adolescente murió en un hospital, convirtiéndose en el primer caso de muerte materna registrado en 2024. La menor tenía antecedentes de múltiples ausencias no autorizadas del hogar del INAU y problemas con el consumo de drogas.
La información tardó en salir a la luz, ya que la muerte ocurrió dos meses antes sin que el INAU lo informara públicamente. Esta omisión llevó a un periodista a enfrentar a la directora del INAU, acusándola de ocultar información crucial sobre el caso.
En respuesta a la revelación de estos hechos, el Frente Amplio decidió interpelar a las autoridades del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y del INAU para que expliquen las políticas de protección infantil y revisen los controles actuales. La oposición destacó la necesidad de evaluar las medidas adoptadas tras estos incidentes recientes.
Un informe de Telenoche denunció la existencia de un hogar en Rivera donde al menos cinco menores han sido víctimas de explotación sexual, incluyendo a una niña de 12 años que estaba embarazada. Esta menor fue encontrada el año pasado en Brasil, en una habitación junto a varios adultos vinculados a una red de trata y explotación sexual. La joven también sufrió una descompensación severa debido al consumo de drogas, lo que requirió maniobras de reanimación.
Tras ser trasladada al hospital Pereira Rossell en Montevideo, se le practicó un aborto en diciembre pasado. El hogar en Rivera solicitó asistencia del programa "En ruta" de Gurises Unidos, un equipo itinerante que trabaja en la prevención y abordaje de la explotación sexual infantil en colaboración con el INAU.
El informe también indicó que en el hogar de Rivera varias menores acumularon un total de 230 días de salidas no autorizadas en los últimos dos años, durante los cuales las autoridades no pudieron establecer su paradero.
El director departamental del INAU, Enrique Guadalupe, afirmó que se actuó conforme a los procedimientos establecidos y que no es posible obligar a las menores a regresar. "El equipo del hogar hace todo lo posible por localizarlas y apoyarlas, pero existe un marco legal que impide imponer restricciones físicas", explicó.