JJ.PP.- Teresa Perales: "Ganar medallas tiene el mérito justo, pero cada gesto cuenta para que la sociedad se transforme

La nadadora española Teresa Perales reconoció este viernes que para ella ganar una medalla «tiene el mérito justo», pero que es un «gesto» más que ayude a que «la sociedad se transforme» a la hora de percibir el mundo de la discapacidad, y también dejó claro que no hay que darle «tanta importancia» a los éxitos y centrarse en «disfrutar más de todo el camino» porque sabe que la gente la «olvidará» cuando se retire, algo para lo que todavía no tiene «fecha».

«Soy una persona muy normal que no le da excesiva importancia ni a ganar las medallas porque tiene el mérito justo, pero sí que cada gesto cuenta y quiero pensar que muchos de los míos han contado para que la sociedad, poco a poco, se vaya transformando», confesó Perales en su participación en el ‘Nueva Economía Forum’.

Por eso, para la aragonesa «es tan importante» que se les pueda ver en televisión en estos Juegos de París porque «es un momento de puesta en escena de un escaparate en el que se muestran gestas deportivas de personas con grandes discapacidades» y eso ayuda a que cuando una las vea por la calle puedan «superar ese estigma y ese prejuicio de que no puedes».

«Yo no hago las cosas solamente para mí. Ganar una medalla es un momento tremendamente emocionante, sueño con ello todos los días, y sé que hay un escenario en el que, por supuesto, puedo no ganarla porque entonces estaría demasiado subida y a mí me gusta tener las ruedas en el suelo», señaló con una sonrisa. «Me gusta soñar y me gusta pensar que también ese sueño, cuando despierto y lo hago realidad, sirve para compartirlo con otras personas y para cambiar algo», añadió.

La zaragozana cree que ha tenido «una suerte tremenda» porque durante muchos años ha recibido «muchos elogios» que quizá no merece «tanto» porque es por hacer algo que se le da «bien ahora» y pidió que la gente no se quede «con la apariencia y con lo que no puedes hacer». «En el deporte me pasó todo lo contrario y es lo bonito del deporte, que abre las puertas a todas las personas independientemente de las capacidades que a priori todos podemos tener o no y nos hace desarrollar nuestras mejores cualidades. Lo que me ha aportado el deporte ha sido la puerta a que la gente me vea más allá de la silla», remarcó.

A la ganadora de 27 medallas paralímpicas el deporte le ha enseñado «a no mirar solamente la discapacidad y ver mucho más allá». «Me enseñó a transmitir a la gente que no tenía que quedarse solamente con que voy sentada en una silla o que no puedo subir una escalera si no hay una rampa, que además estaban equivocados», relató la nadadora.

«Todos los días nos tiramos a la piscina, salimos al tartán, hacemos nuestro deporte y de esa forma natural, cuando nos dan la oportunidad de expresar, la gente ve que sí, que somos deportistas con mayúsculas, que hacemos esas gestas deportivas que son muy importantes y que no le damos importancia a la discapacidad», declaró Perales.

Esta no olvida que Barcelona’92 «supuso como un antes y un después» en España «en el deporte paralímpico» y ella ha vivido «ese proceso» a lo largo de muchos años y «la gran evolución que ha habido», con el último logro del mismo reconocimiento económico para las medallas de olímpicos y paralímpicos. «Nos ha costado, a mí, 25 años», confesó, reconociendo que de haberlo tenido toda su carrera habría sido «un buen ‘pico'». «No para retirarme, pero podría haber hecho muchas cosas. Es que con todas mis medallas juntas no hacía ni un oro de los olímpicos», advirtió.

«El trabajo que hacemos es muy intenso y siempre pensé que a veces nos trataban como deportistas amateur cuando éramos deportistas ya profesionales. Justo cuando igualé la cantidad de medallas de Michael Phelps me pusieron ya como en un estatus superior, igual que los deportistas olímpicos, no en cuantías económicas, pero sí en reconocimiento. Pero nos faltaba la guinda del pastel, que era el igualar», prosiguió Perales.

Sin embargo, esta dotación económica no es «una motivación» para ella de cara a París, donde intentará igualar las 28 medallas del nadador estadounidense, algo que «sí» lo es «porque forma parte un poco de la cabezonería». «Como buena aragonesa, basta que algo sea un poco complicado para que vaya directamente a por ello y hasta que no lo consiga, me amenazo a seguir hasta Los Ángeles», indicó.

«SÉ QUE CUANDO ME RETIRE LA GENTE ME OLVIDARÁ»

«Me conformo con igualarle. Ahora mismo la situación es difícil, no muevo el brazo izquierdo, pero con esto quiero demostrar algo que los paralímpicos en realidad demostramos todos los días y es que no nos paramos ante la adversidad», subrayó la zaragozana.

De todos modos, no sabe «responder» a la pregunta de su retirada, a la que no le puede «poner fecha». «Depende de mi cuerpo y de si gano la medalla e igualo a Michael, pero luego conociéndome querré ganarle y entonces no lo sé. Quiero estar siempre relacionada con el deporte por lo que me ha aportado y por lo que creo que pueda aportar a otras personas. Y uno de los motivos, además, por los que no me retiro es porque me gusta mucho estar con las nuevas generaciones», apuntó.

Además, no esconde que «de ganar la medalla a no ganarla a veces es una décima de segundo, que es lo que tardan en endiosarte y en olvidarse de ti». «Entonces, no hay que darle tanta importancia a eso, hay que disfrutar más de todo el camino, de todos los valores que adquirimos en nuestro recorrido como deportistas y a mí me encanta transmitir esto porque soy muy consciente de que dentro de cuatro días, cuando me retire, la gente me olvidará», recalcó.

De cara al futuro, recuerda que para el deporte para personas con discapacidad aún queda «un vacío» por llenar y que es que «los clubes convencionales se atrevan, de una vez por todas, a tener secciones de deporte adaptado». «Con eso abriremos las puertas a todos los deportistas. Siempre hemos pensado que tienes discapacidad, tienes que entrenar en un club exclusivamente para personas con discapacidad», lamentó.

«Eso me hace estar entrenando ahora en Madrid y competir por Pozuelo de Alarcón, en lugar de estar entrenando en Zaragoza y competir por cualquier club de allí. Y me vengo estos 350 kilómetros, que afortunadamente tenemos el AVE y es hora y cuarto, pero son muchos días a la semana con la dificultad que tiene eso en el cansancio añadido porque es la única forma de poder seguir entrenando», detalló la aragonesa.

Por último, Teresa Perales, que pidió a los olímpicos de París que les dejen «algún mensaje de ánimo» en las habitaciones que luego ocuparán los paralímpicos, solicitó apostar por el sueño de Madrid de acoger unos Juegos porque «tiene unas condiciones» que no tienen otras «como por ejemplo ahora mismo París», donde todo va a estar «muy disperso».

«Creo que los españoles tenemos muchas ganas de disfrutar de una fiesta universal. Es una de las grandes ciudades que todavía no ha tenido la oportunidad de vivirlo y es algo que ayuda a transformar los países, a concienciar y a sensibilizar. Es muy interesante porque nos daría la oportunidad de hablar mucho más de la discapacidad y cuanto más hablemos, más se normaliza y se naturaliza la situación», sentenció.

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