El Ejército de Israel ha llevado a cabo durante las últimas horas una oleada de bombardeos contra la ciudad de Jan Yunis, situada en el sur de la Franja de Gaza, horas después de ordenar a los civiles que abandonaran varios barrios de la localidad tras el disparo de cerca de 20 proyectiles desde la zona por parte de Yihad Islámica.
Así, ha indicado que aviones de combate han llevado a cabo bombardeos contra «objetivos en la zona desde la que se llevaron a cabo unos 20 lanzamientos contra localidades (israelíes) en los alrededores», sin que por el momento haya informaciones sobre víctimas.
«Entre los objetivos atacados hay un almacén de armas, apartamentos operativos y otras infraestructuras terroristas», ha manifestado, al tiempo que ha argumentado que adoptó «medidas de precaución» antes de los bombardeos para «permitir que los civiles evacuaran la zona para reducir dentro de lo posible los daños a los no implicados».
Miles de personas han huido durante las últimas horas de varios barrios de Jan Yunis y Rafá, en la frontera con Egipto, tras las órdenes de evacuación dictadas por Israel, según ha recogido el diario palestino ‘Filastin’, en medio de las denuncias internacionales sobre que estas exigencias suponen un desplazamiento forzoso de población palestina en el enclave.
Por otra parte, el Ejército israelí ha señalado que durante las últimas 24 horas ha llevado a cabo ataques contra cerca de 30 objetivos en el enclave, en el marco de la ofensiva desatada tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas, que se saldaron con cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados.
Durante los últimos días, las tropas israelíes han lanzado una operación contra el barrio de Shujaia, situado en el este de la ciudad de Gaza, de donde han huido ya cerca de 84.000 personas, según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
«La población de esta zona nos habla de la hambruna que acecha y de que la gente está comiendo hojas o que sólo tiene harina para sobrevivir», ha dicho Louise Wateridge, una de las portavoces del organismo, que ha descrito la situación en esta zona de la Franja como «apocalíptica», debido a que la mayoría de los gazatíes han perdido sus hogares.
«Las mujeres embarazadas y las personas con discapacidad se encuentran entre los más vulnerables, ya que no pueden moverse fácilmente durante los desplazamientos forzados, a lo que se suma una gran preocupación por miles de niños no acompañados y separados», ha recalcado Wateridge, que ha agregado que la violencia impide a la agencia acceder a su centro de distribución en el barrio de Tufá, en la ciudad de Gaza.
Asimismo, ha insistido en que Rafá sufre ahora «las escenas apocalípticas del norte y la ciudad de Gaza», después de que el Ejército israelí lanzara una ofensiva terrestre en la ciudad el 6 de mayo, tomando un día después el lado palestino del paso fronterizo con Egipto, cortando la práctica totalidad de las operaciones humanitarias.
Wateridge ha destacado que la UNRWA sigue «dando tantos servicios y suministros humanitarios como es posible», si bien ha alertado de que «es casi imposible para la ONU dar cualquier tipo de respuesta a causa del cerco impuesto por Israel». «Falta combustible, faltan suministros de ayuda, falta seguridad, y en general, hay penuria total para nuestro personal, que a su vez está luchando por sobrevivir durante esta guerra», ha zanjado.
Las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, han cifrado en 37.900 el número de palestinos muertos y a más de 87.000 los heridos por la ofensiva lanzada por Israel contra el enclave, a los que se suman más de 550 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este en operaciones por parte de las fuerzas israelíes o en ataques perpetrados por colonos.