Las autoridades de Israel han presentado este jueves una lista que identifica a más de un centenar de trabajadores de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) como supuestos miembros activos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
La Embajada de Israel en Alemania ha indicado en un comunicado que esto afecta a un total de 108 trabajadores de la UNRWA y ha confirmado que la lista ha sido incluida en una carta entregada por el Ministerio de Exteriores israelí al comisionado general de la agencia, Philippe Lazzarini, una misiva a la que ha tenido acceso el tabloide alemán ‘Bild’.
Asimismo, está previsto que el documento también sea entregado al secretario general de la ONU, António Guterres, si bien no ha sido aún publicado por el Gobierno israelí. Según ha indicado el citado diario, la lista formaría parte de un documento «mayor» que incluye también trabajadores de la ONU que formarían parte de las listas de grupos armados palestinos como Hamás o Yihad Islámica.
No obstante, los nombres de los afectados no han sido difundidos públicamente por motivos de privacidad, si bien la propia UNRWA ha confirmado haber recibido la carta del Gobierno israelí en declaraciones a la agencia de noticias alemana DPA.
La UNRWA, que ha dicho tomarse estas acusaciones «muy seriamente», ha indicado que se trata de trabajadores que se encuentran actualmente en la Franja de Gaza. En este sentido, ha solicitado más información y cooperación a las autoridades israelíes dado que la agencia carece de los recursos necesarios para investigar tales acusaciones.
A pesar de estas acusaciones, el pasado mes de abril la investigación externa encabezada por la exministra de Exteriores francesa Catherine Colonna para examinar la labor de la agencia concluyó que existía un «margen de mejora» en cuestiones como neutralidad o transparencia, pero descartó que Israel hubiese presentado pruebas suficientes que acrediten los vínculos terroristas atribuidos a varios de sus trabajadores.
Dichas acusaciones se remontan al mes de marzo, cuando, como recuerda el informe, Israel acusó a «un número significativo» de trabajadores de la UNRWA de «ser miembros de organizaciones terroristas». «Sin embargo, Israel no ha proporcionado ninguna prueba que lo respalde», reza el informe, elaborado a partir de reuniones con todas las partes, incluido el Gobierno israelí.
Las acusaciones llevaron a 16 países a suspender o congelar los fondos, lo que privó de golpe a la UNRWA de 450 millones de dólares y puso en duda la continuidad de sus operaciones, tanto en la Franja de Gaza como en otras zonas de la región donde también hay refugiados palestinos.