Las autoridades de Rusia han reafirmado este lunes su compromiso al frente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tras asumir la presidencia rotatoria del órgano, que le permitirá encabezarlo durante el mes de julio.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha asegurado que el país «siempre muestra su compromiso con sus obligaciones» y ha dicho ocupar una «posición responsable», al tiempo que ha hecho un llamamiento a terceros países para «hacer lo mismo».
Así se ha pronunciado durante una rueda de prensa al arranque de la presidencia rusa, donde ha expresado también su preocupación por el traslado de tropas ucranianas hacia la frontera con Bielorrusia en el marco de la invasión rusa del territorio.
En este sentido, ha aclarado que esta situación, que podrían expandir el conflicto en la región, preocupa también a Bielorrusia, un Estado considerado como «aliado» por parte de las autoridades rusas. «Bielorrusia es un Estado aliado, tenemos formatos especiales de diálogo en la línea de todos los organismos competentes, incluidos los servicios especiales, por lo que este es un motivo de preocupación no sólo para Minsk, sino también para Moscú», ha aseverado.
Sobre la posibilidad de que los presidentes de Rusia y Bielorrusia, Vladimir Putin y Alexander Lukashenko, respectivamente, mantengan conversaciones al respecto, Peskov ha matizado que «se darán si ambos consideran que es necesario», tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.
Sus palabras llegan poco después de que las autoridades bielorrusas denunciaran la concentración de tropas ucranianas cerca de su frontera y la presencia de «movimientos militares activos», así como «vuelos periódicos de drones en la frontera y procesos de desminado».