La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha cifrado en 328.000 el número de desplazados como consecuencia de los combates entre el Ejército de Sudán y la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en la ciudad de El Fasher, capital del estado sudanés de Darfur Norte (oeste).
Esta cifra comprende el periodo de entre el 1 de abril, momento en el que se intensificó la escalada de violencia en la zona, y el pasado 30 de junio, por lo que es susceptible de seguir aumentando a medida que se agrava la crisis humanitaria.
Allí, las RSF han vuelto a bombardear el Hospital Saudí por décima vez, causando graves daños y pérdidas en material médico, según el diario ‘Sudan Tribune’, que ha denunciado cortes de Internet en la ciudad por «razones de seguridad».
Los combates afectan también a otras zonas del país, como es el caso de la ciudad de Omdurmán, a orillas del río Nilo, y donde un bombardeo de las RSF ha acabado con la vida de una mujer y herido a otros once.
Respecto al conflicto han hablado el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, y el ministro de Exteriores egipcio, Badr Abdelatti.
«Hemos hablado sobre la dramática situación y el estancamiento político. Tenemos que presionar más a las partes beligerantes y ponernos de acuerdo en la comunidad internacional para hacer avanzar las negociaciones», ha informado Borrell en un comunicado publicado en su cuenta de la red social X.
La guerra estalló el 15 de abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar –ahora declarado como una organización terrorista– en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento definitivo de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento del régimen de Omar Hasán al Bashir.