El embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha defendido este martes ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que el bombardeo contra un hospital infantil en la capital de Ucrania, Kiev, fue provocado por un misil de las Fuerzas Armadas ucranianas.
«Queda claro que se utilizó un misil de tipo Nassams que se desvió de su trayectoria y cayó en el hospital pediátrico. A menudo los misiles occidentales no dan en el blanco. Esto pasó también cuando un misil ucraniano impactó sobre un tractor en Polonia», ha indicado.
Nebenzia ha afirmado además que la oficina del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha ordenado a los medios de comunicación que publiquen solo información relacionada con el hospital infantil con el objetivo de «desviar la atención de otros temas».
En este sentido, ha planteado que esta acción busca «elevar la moral del Ejército y del pueblo ucraniano»; «distraer a las masas de la anarquía diaria del Gobierno», fundamentalmente de la corrupción o del aumento de los precios, así como «desviar la atención de la constante retirada de las Fuerzas Armadas de Ucrania».
Por su parte, el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergei Kislitsia, ha resaltado que Rusia atacó el hospital infantil con un misil de crucero KH-101 y ha enseñado fotografías ante el Consejo de sus restos, publicadas por el Servicio de Seguridad ucraniano.
Kislitsia ha explicado que este fue «solo uno de los muchos» proyectiles –entre ellos misiles balísticos Kinzhal, Iskander o Zircón– que impactaron en el territorio ucraniano en la víspera. «Hubo ataques feroces a casi 100 sitios civiles», ha subrayado.
El embajador ucraniano ante la ONU ha recordado que las fuerzas rusas atacaron en 2016 un hospital infantil en Alepo, Siria, matando a dos docenas de civiles. «No es sorprendente que Rusia persista en destrozar el concepto de una paz justa y duradera que se basa en los principios de la carta (de Naciones Unidas)», ha agregado.
«La pregunta es, sin embargo, ¿de qué futuro podemos estar hablando si el asesino se siente cómodo sentado en esta silla, sumergido hasta las rodillas en la sangre de los niños?, se ha preguntado, exigiendo que se aborde el papel de Rusia en el Consejo.
Asimismo, ha afirmado que Nebenzia representa «a un criminal buscado», en alusión a la orden de detención emitida por el Tribunal Penal Internacional (TPI) contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, bajo la presunción de crímenes de guerra por la deportación forzada de niños ucranianos desde zonas capturadas durante la guerra de Ucrania a territorio ruso.
La última oleada de ataques por parte de Rusia ha afectado al hospital infantil Ojmatdit, ubicado en su capital, Kiev, y a otros lugares. En total, se han cobrado la vida de al menos 37 personas, incluidos tres niños. Además, se han registrado 170 heridos, según datos de las autoridades ucranianas.