El 10 de julio de 2024, Uruguay sufrió una derrota ante Colombia en las semifinales de la Copa América, lo que desencadenó una serie de eventos lamentables al concluir el encuentro. La ajustada victoria de Colombia provocó una explosión de frustración entre los jugadores uruguayos, culminando en un vergonzoso enfrentamiento entre ambos equipos.
Al término del partido, surgió una acalorada discusión entre los jugadores y miembros de los cuerpos técnicos, que rápidamente escaló a una trifulca física que se trasladó a los hinchas en la tribuna. La controversia comenzó por una decisión arbitral que favoreció a Colombia en los minutos finales del juego, lo que exacerbó los ánimos de los uruguayos. El técnico de Uruguay, Marcelo Bielsa, intentó controlar a sus jugadores, pero la situación se salió de control.
El árbitro y los oficiales de seguridad intervinieron para separar a los involucrados y evitar que la confrontación se intensificara. Sin embargo, la tensión y el descontento se reflejaron tanto en el campo como en las gradas, donde los aficionados manifestaron su descontento de manera vehemente.
Esta derrota pone fin a la participación de Uruguay en la Copa América 2024, mientras que Colombia avanza a la final, donde se enfrentará al ganador del otro duelo semifinal. Este incidente vergonzoso probablemente traerá consecuencias en las próximas semanas, con posibles sanciones para los involucrados y llamados a la calma por parte de las federaciones de fútbol de ambos países.