Calentamiento en la Antártida podría alterar el clima global durante semanas

Ola de calor en la Antártida puede afectar el clima global durante semanas, según investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur.

Investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur advierten que la ola de calor en la Antártida puede influir en el clima global por meses.

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Un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) y colaboradores internacionales han estudiado una ola de calor sin precedentes en la Antártida que podría tener efectos duraderos en el clima global. Este fenómeno, registrado en marzo de 2022, elevó las temperaturas en la Antártida oriental hasta 40°C por encima de lo normal, rompiendo récords históricos.

El evento fue provocado por un intenso río atmosférico, una banda concentrada de vapor de agua que transportó calor y humedad desde los trópicos hasta el interior de la Antártida. Normalmente, las temperaturas en esta región rondan los -80°C durante el invierno, pero el aumento inusual de las temperaturas en julio de este año ha sido significativo.

El vórtice polar estratosférico, una corriente de vientos fríos que circula alrededor del polo sur, ha sido debilitado por este calentamiento. Esto permite que el aire frío se desplace hacia el norte, afectando el clima en Australia y potencialmente en otras regiones. Los efectos de este fenómeno pueden tardar semanas o incluso meses en manifestarse completamente en la superficie.

El investigador principal, Jonathan Wille, junto con su equipo internacional de 54 científicos de 14 países, ha documentado este evento y sus posibles repercusiones. Según Wille, el fenómeno resalta la conexión entre los trópicos y la Antártida y subraya la necesidad urgente de acción climática.

Este calentamiento estratosférico ha reducido la velocidad de los vientos del vórtice polar a unos 230 kilómetros por hora, 70 kilómetros por hora menos que el promedio. Aunque estos cambios no califican como un calentamiento estratosférico repentino, pueden tener un impacto significativo en el clima global.

Durante el pico de la ola de calor, un área de 3.3 millones de kilómetros cuadrados en la Antártida oriental superó los récords de temperatura de marzo anteriores. Los efectos incluyeron lluvias y deshielos en las áreas costeras, mientras que en el interior la humedad tropical se convirtió en nieve. Curiosamente, el peso de la nieve compensó la pérdida de hielo en la Antártida para ese año, proporcionando una breve tregua en la contribución de la Antártida al aumento del nivel del mar.

Los científicos advierten que si una ola de calor similar ocurriera en el verano, las consecuencias podrían ser catastróficas. El estudio de este evento ha sido posible gracias a la colaboración internacional y el intercambio abierto de datos, lo que destaca la importancia de la cooperación pacífica en la investigación antártica.

La investigación continúa para entender mejor cómo estos eventos extremos pueden afectar el clima global y qué medidas pueden tomarse para mitigar sus efectos.