La directora del INR en Salto describe las medidas de seguridad implementadas tras la fuga de un recluso durante una salida laboral.
María de los Ángeles Machado, directora del INR en Salto, detalla las medidas tomadas tras la fuga de un recluso y los desafíos en seguridad.
La directora de la Unidad 20 del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) en Salto, María de los Ángeles Machado, ofreció detalles sobre un reciente incidente en el que un recluso, durante una salida laboral, se ausentó de su grupo de trabajo, activando el protocolo de seguridad del centro. Este incidente, ocurrido el pasado viernes, generó una rápida respuesta por parte del personal y de las autoridades locales para evitar mayores complicaciones.
Machado explicó que el recluso en cuestión formaba parte de un programa de reintegración social, destinado a internos que están próximos a finalizar su condena y volver a la sociedad. Durante un receso laboral, el recluso solicitó permiso para ir al baño, pero no regresó a su puesto, lo que provocó la activación de la alerta de fuga. El custodio a cargo notificó inmediatamente a la Jefatura de Policía de Salto, que desplegó un operativo de búsqueda en la zona.
El operativo incluyó la movilización de las fuerzas de seguridad locales, quienes rodearon el área para prevenir una posible huida del recluso. Sin embargo, después de aproximadamente dos horas, el interno regresó a su puesto de trabajo, alegando que se había quedado dormido bajo un árbol. Este hecho, aunque aparentemente menor, activó una serie de procedimientos tanto administrativos como judiciales.
La directora Machado destacó la importancia de estos protocolos de seguridad, subrayando que cualquier incumplimiento, como en este caso, es tratado con la máxima seriedad. El incidente fue reportado a la Fiscalía y al juez de turno, quienes ahora deberán determinar las sanciones correspondientes, tanto en el ámbito judicial como en el administrativo.
Además, Machado señaló que la Unidad 20 de Salto ha tenido un incremento en su personal en el último año, lo que ha mejorado la capacidad de respuesta en situaciones críticas. Sin embargo, reconoció que siempre es necesario contar con más recursos para garantizar una supervisión efectiva y la seguridad de todos los reclusos.
El incidente también pone en evidencia los desafíos que enfrenta el INR en términos de seguridad y la constante necesidad de revisión y actualización de los protocolos. Según Machado, se han realizado inversiones en tecnología de monitoreo, como la compra de escáneres, que serán distribuidos en los centros penitenciarios a lo largo del país para mejorar las revisiones de seguridad.
Finalmente, la directora subrayó que la seguridad en el centro es una responsabilidad compartida entre las autoridades penitenciarias y las fuerzas de seguridad externas, como la Jefatura de Policía de Salto. La colaboración entre estos organismos es fundamental para mantener el orden y la seguridad, especialmente en situaciones de emergencia como la fuga de un recluso.
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