Jefe de policía de Salto incapaz de controlar la creciente violencia mientras la ciudad se convierte en tierra de nadie

Carlos Ayuto, jefe de policía de Salto, es criticado por su incapacidad para controlar la creciente violencia en la ciudad.

Enfrentamientos entre bandas desatan una ola de violencia en Salto, y la gestión del jefe de policía Carlos Ayuto es duramente cuestionada.

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Salto se encuentra sumido en una crisis de seguridad que ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente en el extremo este de la ciudad. Los recientes enfrentamientos entre bandas rivales por el control de territorios y la comercialización de estupefacientes han desatado una ola de violencia que ha dejado a los vecinos de la zona en un estado de miedo y confinamiento.

En los últimos días, una serie de enfrentamientos entre grupos delictivos se prolongó durante casi 24 horas, durante las cuales los residentes quedaron atrapados en sus hogares, temerosos de salir a las calles. La situación ha generado una profunda preocupación entre la ciudadanía y ha puesto en evidencia la incapacidad de las autoridades para manejar la creciente inseguridad en la ciudad.

Carlos Ayuto, jefe de policía de Salto, ha sido blanco de duras críticas por su manejo de la situación. A pesar de que sus allegado le aplauden el hombro por su gestión, otros lo señalan como incapaz de controlar la ola de delincuencia que azota a Salto. "El cargo le quedó grande", comentaron fuentes críticas, subrayando la falta de resultados visibles en sus esfuerzos por frenar la violencia.

Este panorama de inseguridad no es exclusivo de Salto, sino que se extiende a otras zonas del país. En respuesta a esta creciente ola de violencia, el senador Guido Manini Ríos, de Cabildo Abierto, ha propuesto declarar la emergencia nacional en seguridad, argumentando que la situación ha sobrepasado límites inaceptables y que es necesario implementar medidas más drásticas para proteger a los ciudadanos.

Mientras tanto, los salteños continúan viviendo en un ambiente de tensión y temor, esperando que las autoridades locales y nacionales tomen acciones decisivas para devolver la paz a sus calles.