El humo proveniente de las quemas en Sudamérica tiñe el cielo uruguayo de gris y cambia la tonalidad del sol.
El cielo de Uruguay se llenó de humo por las quemas en el norte de Sudamérica, afectando la visibilidad y cambiando el color del sol.
Hoy no fue un amanecer como cualquier otro en Uruguay. Desde temprano, el cielo apareció cubierto por un manto gris que le dio al día un tono extraño y hasta un poco inquietante. El fenómeno no es otra cosa que el humo que viene viajando desde el norte, donde las quemas agrícolas se intensificaron más de la cuenta. Según INUMET, esas quemas son habituales en esta época, ya que los productores de allá prenden fuego para preparar la tierra para la siembra y el pastoreo, pero este año, con la sequía complicando el panorama, los incendios se descontrolaron y el humo llegó hasta nuestro país.
Los uruguayos, siempre atentos al clima, enseguida notaron algo raro. El sol, que normalmente asoma brillante, hoy se veía teñido de rojo, y la visibilidad, especialmente en las rutas y zonas abiertas, era menor de lo habitual. Todo esto es consecuencia de esas partículas de humo que el viento del norte se trajo hasta acá, y aunque puede que en algún momento parezca pintoresco, la realidad es que el fenómeno también trae complicaciones.
Los expertos de INUMET ya avisaron que mientras el viento siga soplando desde el norte, el humo va a seguir presente. De todas formas, hay una esperanza: en los próximos días se espera la entrada de un frente frío que podría hacer girar el viento al sur, lo que ayudaría a despejar un poco este aire cargado y devolvernos el cielo limpio. Sin embargo, la situación podría repetirse, ya que los incendios en Sudamérica continúan activos y no se espera que cedan hasta que lleguen las lluvias.
Para los que están en la calle desde temprano, el cambio se nota enseguida: la mañana empieza con una especie de neblina que no es tal, y la luz del sol se cuela de manera distinta, dando una sensación rara, casi irreal. INUMET recomienda estar atentos y, si se puede, evitar actividades al aire libre en los momentos en que el humo sea más denso, especialmente para quienes tienen problemas respiratorios o son más sensibles a este tipo de condiciones.
Mientras tanto, en cada esquina, en los comercios y en los hogares, el tema del día es el mismo: el humo que vino de lejos y que, aunque se espera que pronto se disipe, nos dejó a todos con la mirada al cielo y el deseo de que esta postal inusual sea solo algo pasajero. Para los uruguayos, acostumbrados a la calma del cielo celeste, ver el horizonte así nos recuerda que el clima no tiene fronteras y que lo que pasa en otros países también nos afecta a nosotros.