Más de tres toneladas de cocaína incautadas tras pasar por Montevideo: critican controles de Aduana

Montevideo inaugura una moderna terminal pesquera con más de 100 millones de dólares de inversión para revitalizar el sector. A la par, enfrenta desafíos de seguridad tras la incautación de 3,5 toneladas de cocaína en Europa, lo que subraya la necesidad de reforzar controles en el puerto uruguayo..

La nueva terminal pesquera busca impulsar la pesca en Uruguay en medio de desafíos por el tráfico de droga.

La nueva terminal busca revitalizar la pesca en Uruguay, mientras la incautación de droga plantea retos de seguridad portuaria.

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Montevideo estuvo en boca de todos esta semana con la inauguración de la terminal pesquera Puerto Capurro. Esta obra no es cualquier cosa: con más de 100 palos verdes de inversión, el puerto promete darle una sacudida al sector pesquero, que venía medio de capa caída. El lugar es tremendo: un kilómetro de muelle, 25 hectáreas para la pesca y, como yapa, 6 hectáreas de parque público para la gente, en un acuerdo con la Intendencia.

Este proyecto lleva años cocinándose, pasando por distintos gobiernos y convirtiéndose en una política de Estado que apunta a darle un buen empujón a la pesca. La idea es bajar costos, meter tecnología y hacer que la pesca uruguaya vuelva a ser competitiva, una movida que muchos ven con buenos ojos, aunque no faltan los que dicen que hay que ver cómo funciona.

Pero no todo es fiesta. En medio de la inauguración se supo que en Portugal agarraron más de 3,5 toneladas de cocaína en un contenedor que venía de Paraguay y pasó por el puerto de Montevideo. Esto dejó claro que hay muchas cosas por ajustar en los controles, y que el puerto no solo tiene que pensar en modernizarse sino también en mejorar la seguridad para que no se cuele cualquier cosa.

Juan Curbelo, Presidente de la Administración Nacional de Puertos, salió a defender la nueva terminal diciendo que no solo es una mejora en infraestructura, sino que busca devolverle al sector pesquero esa chispa que se perdió en las últimas décadas. Igual, reconoció que no es todo soplar y hacer botellas: hay que laburar en renovar la flota y mejorar las condiciones de los trabajadores, porque el sector tuvo muchos altibajos.

Sobre los problemas de seguridad, Curbelo no se anduvo con vueltas y contó que están instalando escáneres de última tecnología para reforzar los controles en la aduana. Dijo que para octubre ya estarían operativos y que son parte de un esfuerzo más grande para asegurar que el puerto cumpla con los estándares internacionales y evitar líos como el que pasó con la droga.

La terminal de Puerto Capurro es sin dudas un paso importante para modernizar la pesca en Uruguay, pero los problemas de seguridad dejan en claro que hay que ponerse las pilas. No se trata solo de levantar obras grandes y lindas, sino de hacerlas funcionar bien, con controles y un sistema que esté a la altura, cuidando la reputación y la seguridad del puerto y del país.