Polaris Dawn busca abrir una nueva era en la exploración espacial privada con la primera caminata espacial financiada.
Polaris Dawn despegó para romper récords y llevar a cabo la primera caminata espacial privada, marcando un hito en la exploración.
Después de varios días de tener todo en pausa por culpa del mal tiempo, SpaceX finalmente pudo lanzar la misión Polaris Dawn el 10 de septiembre. Era temprano, 9:24 de la mañana, cuando el Falcon 9 salió disparado desde Cabo Cañaveral, Florida, con la nave Dragon y un equipo listo para desafiar lo conocido en el espacio. Al mando está Jared Isaacman, un tipo que ya hizo historia con la misión Inspiration4 en 2021, donde se lanzó al espacio con una tripulación totalmente civil. Jared no es solo un empresario con éxito; también tiene varios récords en vuelos y sabe lo que hace cuando se trata de volar alto, literalmente.
No va solo en esta misión. Lo acompañan Scott "Kidd" Poteet, un veterano piloto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos; Sarah Gillis, que es clave en el entrenamiento de astronautas en SpaceX; y Anna Menon, que no solo es ingeniera, sino también quien cuida de la salud de todo el equipo en esta aventura. La idea es ambiciosa: no solo quieren volar más alto que cualquier otra nave Dragon antes, sino que también buscan hacer la primera caminata espacial financiada con plata de privados, algo que nunca se hizo.
La meta es alcanzar una altura que no se ve desde las épocas del Apolo, esas misiones épicas que nos llevaron a la Luna. Durante la caminata espacial, van a estar probando los trajes EVA de SpaceX, que no son solo para lucirse, sino que juegan un rol clave para misiones más pesadas que vendrán. No es solo salir a caminar por el espacio; esto es demostrar que lo privado también tiene mucho que ofrecer en esta carrera espacial.
Además, Polaris Dawn va a probar una forma nueva de comunicación usando láser y los satélites Starlink, lo que podría cambiar para siempre la forma en que las naves se conectan con la Tierra. Esto no es solo un lujo, sino una necesidad para hacer que las misiones sean más seguras y eficientes.
Y eso no es todo. El equipo también va a estar realizando cerca de 40 experimentos, investigando cómo el espacio afecta al cuerpo y buscando formas de mejorar la salud en los vuelos largos. Lo que están haciendo no es solo un récord más, es abrir camino para que el espacio esté más al alcance, no solo de las grandes agencias, sino también de cualquiera que se anime a soñar en grande y mirar al cielo.
Polaris Dawn está empujando los límites y mostrando que con tecnología, visión y coraje, el espacio no tiene que ser un sueño inalcanzable. Es hacer lo que parece imposible y convertirlo en realidad, abriendo la puerta para que el espacio deje de ser solo un lugar para unos pocos elegidos y se convierta en una oportunidad para todos los que quieran mirar más allá y explorar lo desconocido.