Conflicto entre Israel y Hezbolá (2023-presente)

El conflicto entre Israel y Hezbolá ha cobrado un nuevo nivel de intensidad desde el 8 de octubre de 2023. Este enfrentamiento armado involucra a Israel y al grupo militante libanés Hezbolá, con ataques intercambiados a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano, así como en Siria y en la región ocupada por Israel de los Altos del Golán. Esta escalada representa el mayor recrudecimiento entre ambas partes desde la guerra del Líbano en 2006, y surge como consecuencia de la guerra entre Israel y Gaza.

Inicio de los enfrentamientos

El conflicto comenzó después de que Hezbolá lanzara ataques con cohetes guiados y proyectiles de artillería contra posiciones israelíes en los Altos del Golán, tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre. Israel respondió con ataques de artillería y drones dirigidos a las posiciones de Hezbolá cerca de la frontera con el Líbano. A medida que los días avanzaban, la situación se intensificó, extendiéndose por toda la frontera israelí-libanesa y los Altos del Golán.

Desplazamiento y consecuencias humanitarias

El norte de Israel ha sido testigo del desplazamiento de unas 96,000 personas debido a los bombardeos y la amenaza de incursiones. En el Líbano, más de un millón de personas han huido del sur, incluidos unos 150,000 niños, ya que las zonas fronterizas se han convertido en áreas de conflicto. Hezbolá, que apoya a Hamás, ha declarado que no detendrá sus ataques hasta que Israel cese sus operaciones militares en Gaza.

Escalada del conflicto

La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) registró más de 7,948 incidentes de fuego de artillería desde el sur de Israel hacia el Líbano y 978 incidentes desde el Líbano hacia Israel entre octubre de 2023 y febrero de 2024. Septiembre de 2024 marcó una escalada significativa con ataques aéreos israelíes diarios, incluyendo la muerte de altos comandantes de Hezbolá. Israel argumenta que estos ataques son necesarios para garantizar la seguridad de sus ciudadanos en las zonas fronterizas.

El 23 de septiembre fue uno de los días más trágicos, con más de 558 muertos y 1,835 heridos debido a los ataques aéreos israelíes en el Líbano. Entre las víctimas se encontraban civiles, incluidos niños, mujeres y trabajadores humanitarios. El 27 de septiembre, las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron un ataque masivo en Dahiya, un barrio del sur de Beirut, donde, según Israel, se encontraban los "cuarteles centrales" de Hezbolá. En ese ataque, seis personas murieron y 91 resultaron heridas, dejando tras de sí una estela de destrucción.

La muerte del líder de Hezbolá

Al día siguiente, Israel afirmó haber matado al líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, en un ataque selectivo. Esta acción marcó un nuevo hito en el conflicto, ya que Hezbolá confirmó posteriormente la muerte de su líder. La situación ha continuado siendo volátil y peligrosa para ambas partes, con repetidos intercambios de ataques, tanto de cohetes como de artillería.

Contexto histórico

Hezbolá es un partido político y grupo paramilitar chiita libanés que se originó en 1982 para resistir la invasión israelí del Líbano. Fundado con el apoyo de clérigos musulmanes y patrocinado por Irán, Hezbolá se ha opuesto a la ocupación israelí del sur del Líbano durante las décadas de 1980 y 1990. Desde su creación, la eliminación del Estado de Israel ha sido uno de sus objetivos principales. Aunque hubo un cese al fuego tras la guerra del Líbano de 2006 basado en la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, las tensiones han persistido, con Hezbolá manteniendo su presencia armada y aumentando significativamente su arsenal.

En la actualidad, este conflicto entre Israel y Hezbolá no muestra signos de disminuir. Las acciones militares y la escalada de violencia siguen provocando pérdidas humanas, desplazamientos masivos y una crisis humanitaria en la región. La tensión en Oriente Próximo continúa siendo un desafío complejo y delicado, con implicaciones internacionales y regionales que afectan la estabilidad del área.