Equipos de rescate trabajan para localizar sobrevivientes tras el derrumbe en un hotel donde se realizan obras no autorizadas.
Tras el derrumbe en el hotel Dubrovnik de Villa Gesell, los bomberos intentan rescatar a personas atrapadas mientras se investigan irregularidades en la obra.
La madrugada del 29 de octubre quedó marcada en Villa Gesell por el derrumbe parcial del hotel Dubrovnik, una torre de diez pisos ubicada en Avenida 1 al 250, que colapsó mientras se realizaban trabajos de modificación estructural. El incidente ha desatado un operativo de rescate en el que bomberos de diversas localidades se han unido en una carrera contrarreloj para localizar a las personas atrapadas bajo los escombros.
La búsqueda de sobrevivientes y las primeras señales de vida.
Según las primeras estimaciones del ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, y del intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, entre siete y nueve personas podrían encontrarse aún bajo las ruinas, muchas de ellas presuntamente trabajadoras de la obra en curso. Equipos especializados, apoyados por perros de rastreo, han detectado señales de vida en algunas áreas, lo que ha intensificado el trabajo de los rescatistas, quienes enfrentan un entorno de extrema fragilidad.
Hasta el momento, se ha confirmado el rescate de algunas personas, incluida una mujer de 80 años que fue trasladada a un hospital en condición estable. La escena, compleja y delicada, requiere un esfuerzo exhaustivo y la coordinación precisa de los equipos de emergencias. Los socorristas se enfrentan a montones de escombros, realizando movimientos meticulosos para evitar nuevos colapsos y garantizar la seguridad de quienes podrían seguir atrapados.
Obras sin autorización: antecedentes de irregularidades en el hotel
Las primeras investigaciones apuntan a que el derrumbe podría estar relacionado con modificaciones estructurales no autorizadas que se realizaban en el edificio. La intendencia de Villa Gesell informó que, desde agosto, se habían registrado trabajos irregulares en el hotel, motivo por el cual la obra había sido advertida y, en teoría, suspendida. Sin embargo, las labores continuarán, y ahora las autoridades investigan posibles responsabilidades legales.
La fiscal Verónica Zamboni, quien lleva adelante la causa, ha calificado el caso como un posible “estrago culposo”. La calificación, establecida en el artículo 189 del Código Penal argentino, contempla penas por daños causados por imprudencia, negligencia o inobservancia de los reglamentos. El término “estrago” implica no solo el colapso en sí mismo, sino el riesgo en el que se coloca a terceros al incumplir normas de construcción. Según Zamboni, la gravedad del caso podría elevar las sanciones, especialmente si se confirma que el colapso se produjo por negligencia en las obras.
Rescate complejo y en marcha: las próximas horas serán clave
El operativo continúa en un ambiente de tensión, donde cada hora es crítica para la esperanza de encontrar más sobrevivientes. Los rescatistas están en contacto con algunas personas bajo los escombros, lo que motiva el trabajo, aunque también exigen maniobras de máxima precisión para evitar que la situación empeore. Los esfuerzos están centrados en rescatar a todos los atrapados lo antes posible, y el personal sanitario se mantiene alerta, preparado para brindar asistencia en el momento en que los rescatados sean evacuados del lugar.
La comunidad de Villa Gesell sigue con gran expectativa el desarrollo de los acontecimientos, mientras se suma apoyo de cuerpos de rescate de distintas regiones y equipos especializados para aumentar la eficacia de la operación. El gobernador bonaerense Axel Kicillof ha puesto un helicóptero a disposición para posibles traslados sanitarios, una medida de contingencia clave en casos de emergencia.
Un llamado a la seguridad y la responsabilidad en obras edilicias
Este trágico episodio en Villa Gesell destaca la importancia de seguir estrictamente las normas de seguridad y licencias en trabajos de construcción, particularmente en edificaciones de gran altura. La investigación judicial en curso podría arrojar responsabilidades sobre la dirección de la obra y los propietarios del edificio. Mientras tanto, la prioridad continúa siendo la búsqueda y el rescate de aquellos que siguen bajo los escombros, en un operativo que es seguido de cerca tanto por la comunidad local como por las autoridades nacionales.
El derrumbe del hotel Dubrovnik no solo pone en el foco la tragedia del momento, sino también una llamada de atención sobre la importancia de regular y supervisar las obras de infraestructura para garantizar la seguridad de los trabajadores y de toda la comunidad.
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