La denuncia contra el hospital resalta las dificultades en la atención a inmigrantes y los desafíos en la gestión de trámites internacionales.
La madre de una paciente en coma reclama que el Hospital Maciel no facilitó su regreso a Venezuela. La institución afirma que se ofreció un vuelo humanitario.
Una mujer venezolana, originaria de Puerto La Cruz en Venezuela, presentó una denuncia contra el Hospital Maciel de Montevideo bajo la acusación de que habían diseñado una "persecución" contra los inmigrantes. La historia viene a la luz cuando una mujer llegó a Uruguay en noviembre de 2021 con su hija de 29 años, quien al llegar al país fue diagnóstica de COVID-19. La salud de la joven se deterioró con el tiempo hasta llegar a un estado crítico, y entró en coma por más de un año. Todo esto ha generado polémica porque el desenlace médico ya no es sólo un asunto médico.
La madre también denuncia que el sistema de salud en Uruguay no la trató bien. Según su relato, la asistencia prestada por el Hospital Maciel fue insuficiente y le impidió encontrar los instrumentos necesarios para regresar a su país de origen. Todo esto la llevó a presentar una demanda formal, la cual está ahora siendo investigada por parte de la Fiscalía, bajo la dirección de Fernando Romano.
La mujer, quien ha estado junto a su hija durante todos estos trances, afirma que en 2022 trató de obtener los documentos necesarios a través de la Embajada de Venezuela en Uruguay ya que su hija no tenía cédula de identidad. Sin embargo, asegura que nunca tuvo respuesta por parte de las autoridades consulares ni tampoco del hospital, lo que la dejó en una situación de desamparo total. Esta versión choca con la información oficial suministrada por la dirección del Maciel, que asegura haber colaborado desde el inicio en la gestión de todos los trámites necesarios.
En una carta enviada a la ONG "De Ida y Vuelta" en 2022, las autoridades del Maciel explicaron que la madre había enviado a la embajada toda la documentación necesaria, incluyendo fotocopias de los documentos extremamente complicados que ella quería corregir y planes concretos para destinar ese dinero donde hiciese falta. Sin embargo, los esfuerzos por lograr una respuesta - admitió la mujer, que pasó más de 700 días presa en el hospital con su hija-, fueron infructuosos.
La mujer, que vivió en el hospital durante más de 700 días con su hija, también afirmó que tiene objetos diseminados por distintos lados a causa de la penuria.Desde que el estado de salud de la joven se agravó, los profesionales del Maciel se plantearon como posibilidad iniciar un vuelo humanitario para madre e hija de retorno a Venezuela. Según los informes médicos presentados en el expediente, la joven requiere cuidados intensivos continuos, además del uso de una sonda nasogástrica; por lo tanto su traslado tenía que ir acompañado de un equipo médico especializado.
En este sentido, la administración del hospital consideró que lo mejor era para la joven regresar a su país de origen donde contaban con recursos y redes de apoyo familiar que pudieran garantizarles los cuidados que necesita.Sin embargo, la madre no estaba demasiado convencida de que la propuesta le conviniera. Según sus afirmaciones, le costaría aceptar su ingreso en suelo venezolano para recibir cuidados, pues no está segura de poder garantizar que los necesarios y en función de eso rechazó la oferta de viajar en avión sanitario.
Aunque las autoridades uruguayas alegaron que en su país natal tendrían una serie de apoyos que podrían mejorar la calidad de vida del enfermo, la incertidumbre acerca de su porvenir complicó cualquier decisión.
En la actualidad, el caso se encuentra en manos de la Fiscalía, que investiga las circunstancias en que surgió la denuncia. En la más reciente audiencia, el abogado penalista Marcos Pacheco, en nombre del hospital, mantuvo que la institución no tenía por qué soportar nada más y que hizo todo lo posible para prestar ayuda a la familia. Aunque por Boca del hospital argumentado apesar de las dificultades burocráticas que hubo mediando con la familia, de todos modos y cuando se le pidió una solución porque tenía que partir a Venezuela para el tratamiento médico, lo intentaron.
El caso ha avivado la polémica en torno a las dificultades que experimentan losinmigrantes en situaciones de extrema vulnerabilidad; en particular cuandose ven atrapados por un sistema burocrático que no les ofrece salidas claras. La situación de esta familia venezolana vuelve a sacarluz la tensión entre los intereses de las autoridades sanitarias, los procesos diplomáticos y mantener la seguridad de los inmigrantes en un país extranjero. Este será sin duda un tema de amplia discusión en los meses por venir.