Peñarol se impuso con un 3-1 y una gran actuación, aunque el resultado no fue suficiente para llegar a la final de la Copa Libertadores. Foto: Fernando Moreno / AGIF / FocoUy
Con garra y goles, Peñarol buscó la remontada y venció a Botafogo, aunque la desventaja de la ida frustró su llegada a la final.Peñarol vence a Botafogo, pero el 3-1 no alcanza para la final de la Copa Libertadores
En una noche electrizante en el Estadio Centenario, Peñarol logró una valiosa victoria por 3-1 sobre Botafogo en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores. Pese al destacado desempeño del equipo dirigido por Diego Aguirre, la amplia desventaja de la ida, donde el conjunto brasileño se impuso 5-0, dejó a los aurinegros fuera de la final.
Desde el arranque, Peñarol salió al campo decidido a buscar la épica, impulsado por una multitud de hinchas que colmaron el estadio y crearon un ambiente inigualable. La presión se sentía en cada rincón del campo de juego, con Leo Fernández manejando los hilos desde el mediocampo y Rodrigo Pérez liderando la recuperación. Jaime Báez, una de las figuras de la noche, abrió el marcador a los 30 minutos con un remate desde fuera del área que se incrustó en el ángulo, desatando la euforia de la afición.
La “manya” continuó generando peligro, con Pérez estrellando un cabezazo en el palo poco después. A cada centro, la defensa de Botafogo, con su arquero John Víctor en bajoseguro los tres palos, temblaba ante la intensidad aurinegra. Sin embargo, un giro inesperado cambió el panorama: en el entretiempo, el arquero Washington Aguerre fue expulsado por un pisotón al golero brasileño tras una provocación. La roja dejó a Peñarol con diez hombres para la segunda mitad, en una situación que exigía aún más esfuerzo físico y mental.
A pesar de la inferioridad numérica, Peñarol no bajó los brazos y mantuvo el ímpetu. En el minuto 65, Báez volvió a deslumbrar con otro remate espectacular desde el borde del área, extendiendo la ventaja a 2-0 y alimentando la esperanza de una remontada milagrosa. La tensión en el campo crecía, y minutos después, Botafogo también quedó con diez jugadores tras la expulsión de Mateo Ponte, quien acumuló dos duras faltas en un breve lapso.
La serie parecía equilibrarse, pero un gol de Thiago Almada a los 88 minutos selló el destino de la eliminatoria. Con el 2-1 en el marcador, Botafogo aseguraba su pase a la final. Peñarol, sin embargo, no se resignó, y Facundo Batista marcó el 3-1 definitivo en una jugada de calidad, dejando claro que el equipo nunca perdió la ambición de ir al frente.
A pesar de la eliminación, la actuación del conjunto aurinegro en esta Copa Libertadores deja un balance positivo: después de 14 años, Peñarol logró regresar a unas semifinales internacionales, recuperando la identidad de equipo competitivo en el ámbito continental. Bajo el liderazgo de Diego Aguirre, el equipo rompió una década de actuaciones modestas de equipos uruguayos en torneos internacionales, trayendo ilusión a una afición que sueña con regresar a lo más alto del continente.
El esfuerzo del plantel en el Centenario fue una muestra de compromiso y orgullo, algo que los hinchas aurinegros supieron valorar. Aunque la final quedó fuera del alcance, Peñarol se retira de esta Copa con la cabeza en alto, sabiendo que dio una gran muestra de carácter y que dejó el nombre del club bien representado en una de las competencias más exigentes del fútbol sudamericano.Síguenos en nuestras redes sociales:
Descarga nuestra app para acceder a Salto al Día en tu móvil:
Descargar App (ZIP)