Hinchas detenidos en Brasil enfrentan cargos de gravedad en un proceso judicial que involucra asistencia consular y medidas de seguridad.
A nueve días del incidente, hinchas de Peñarol enfrentan cargos y esperan resolución judicial; cancillería brinda asistencia consular.
Nueve días después de los disturbios ocurridos en Río de Janeiro antes de la semifinal de ida de la Copa Libertadores entre Peñarol y Botafogo, un grupo de hinchas aurinegros continúa bajo detención en Brasil. Los incidentes se produjeron en las cercanías del Estadio Nilton Santos, donde Peñarol sufrió una derrota de 5-0, y derivaron en el arresto de 22 seguidores del equipo uruguayo.
De los detenidos, 21 son adultos y uno es menor de edad. Uno de los adultos, de 52 años, enfrenta una situación particularmente delicada, pues se le han imputado ocho cargos que incluyen riña, incendio, resistencia a la autoridad, desobediencia, desacato, infracciones a normas del Estatuto del Hincha, injurias por motivos de etnia y asociación para delinquir, según lo informado por el medio Referí.
Condiciones de detención en la cárcel de Bangú
La mayoría de los hinchas adultos detenidos se encuentran en la cárcel de Bangú, una de las más grandes y peligrosas de Brasil, situada a unos 30 kilómetros del centro de Río de Janeiro. Con una capacidad oficial para albergar a 1.400 reclusos, en la práctica, esta prisión ha llegado a alojar a más de 3.500 personas, lo que da una idea de sus dimensiones y el nivel de hacinamiento que puede llegar a registrar.
Bangú alberga a diversos tipos de detenidos, desde criminales de alto perfil, como narcotraficantes, hasta políticos acusados de corrupción. Sin embargo, las autoridades brasileñas han asignado a los hinchas de Peñarol a un pabellón destinado exclusivamente a extranjeros, donde, según fuentes de la cancillería uruguaya, no enfrentan los riesgos habituales de otras áreas de la prisión. Este pabellón, al parecer, cuenta con medidas de seguridad adicionales y está diseñado para mantener la integridad de quienes se encuentran detenidos lejos de su país.
La cárcel de Bangú cuenta también con un sector separado para mujeres, algo inusual en un centro de detención mixto de este tipo. A pesar de su fama y del perfil de algunos de sus reclusos, los detenidos aurinegros están en un área más resguardada, lo que ha llevado cierta tranquilidad a sus familiares en Uruguay, aunque la preocupación persiste por las condiciones de encierro en una cárcel conocida por su dureza.
Situación del menor y la asistencia consular
El único de los detenidos que no se encuentra en Bangú es un menor de 17 años. Desde su arresto, ha sido ubicado en una institución adecuada para jóvenes, en conformidad con las normas de detención de Brasil para personas menores de edad. Como se informó, el menor ya recibió la visita de sus padres, quienes viajaron a Río de Janeiro para monitorear su situación y conocer de primera mano las condiciones en las que se encuentra.
La cancillería uruguaya ha intervenido para prestar apoyo a todos los detenidos, incluyendo asistencia consular. Según fuentes diplomáticas, se mantiene un contacto constante con las autoridades brasileñas para asegurar que los hinchas reciban un trato adecuado en el proceso judicial que están enfrentando, así como para evaluar posibles vías de asistencia.
Una situación que genera preocupación entre familiares y simpatizantes
Para los familiares de los hinchas y la comunidad de seguidores de Peñarol, la situación ha generado una mezcla de preocupación y tensión. Si bien se han tomado medidas para garantizar que los detenidos estén en un pabellón seguro, la falta de definiciones en el proceso judicial inquieta a sus allegados. Desde Uruguay, se espera una resolución que permita entender la magnitud de las consecuencias legales para cada uno de los implicados, considerando que enfrentan cargos que van desde alteraciones del orden público hasta delitos de mayor gravedad.
En tanto, el caso continúa generando repercusiones en los medios y entre la afición uruguaya, que sigue de cerca cada avance en la situación de los detenidos. Las autoridades brasileñas han señalado que los procedimientos legales seguirán su curso normal y que, de acuerdo con la legislación del país, los acusados tendrán la oportunidad de defenderse ante la Justicia brasileña.
Mientras se aguarda por mayores avances en el proceso judicial, el caso de los hinchas de Peñarol en Río de Janeiro permanece como un tema sensible y de alta relevancia tanto para las autoridades consulares de Uruguay como para la comunidad de seguidores del equipo, quienes esperan una resolución justa y acorde a los hechos que se investigan.
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