Canasta de fin de año: ayuda del BPS para más de 150 mil jubilados y pensionistas

El BPS otorgará una ayuda de $2,987 a jubilados y pensionistas con ingresos mínimos para apoyar en las celebraciones de fin de año.

El BPS otorgará una ayuda económica a jubilados y pensionistas de ingresos mínimos para las festividades de fin de año. Foto de David McNew

Más de 150 mil jubilados y pensionistas recibirán en diciembre una ayuda del BPS para afrontar con mayor tranquilidad el cierre de año.


Este fin de año, el Banco de Previsión Social (BPS) dará nuevamente un pequeño pero significativo impulso a miles de jubilados y pensionistas que enfrentan con estoicismo las limitaciones económicas. No es solo una cifra, ni solo una formalidad burocrática: para quienes perciben los ingresos mínimos, esta ayuda representa la posibilidad de cerrar el año con un poco de alivio. Con $2.987 extra en sus bolsillos, más de 150 mil uruguayos de la tercera edad podrán disfrutar, al menos en parte, de las festividades que, sin este beneficio, podrían haber sido otro motivo de preocupación.

Una ayuda económica que significa mucho más

El decreto del Poder Ejecutivo que estableció esta canasta especial no es nuevo, pero su vigencia no pierde relevancia. Fue en octubre de 2023 cuando se extendió esta ayuda también para 2024, como un reconocimiento a quienes, después de toda una vida de trabajo, se encuentran en su jubilación o pensión un sustento justo pero limitado. Esta “canasta de fin de año” —ahora en efectivo— representa un alivio, una oportunidad para celebrar y hasta un acto de justicia.

Esas cifras que a simple vista parecen frías —$18.840 como jubilación mínima, 3,05 BPC para definir el umbral de ingreso— esconden historias y necesidades que solo pueden entenderse mirando de cerca a quienes las viven. Son personas que enfrentan diariamente la necesidad de estirar sus ingresos, que saben lo que significa hacer magia con cada peso para que alcance. Para ellos, esos $2.987 no son simplemente un monto adicional, sino un recurso que permite, al menos por un momento, disfrutar sin sentir el peso de la escasez.

¿Quiénes son los destinatarios de esta ayuda?

Los beneficiarios de este apoyo son jubilados, pensionistas y personas que reciben asistencia a la vejez, quienes perciben el mínimo y cumplen con los requisitos establecidos por el BPS. El pago será directo y automático para quienes ya lo recibieron en años anteriores, entregado junto con las prestaciones de noviembre en su medio de cobro habitual, durante la primera quincena de diciembre. Para algunos, será una ayuda esperada; para otros, una agradable sorpresa que vendrá a hacer un poco más llevaderas las celebraciones de fin de año.

La medida excluye, como es lógico, a aquellos jubilados y pensionistas con mayores ingresos, a quienes residen fuera del país ya los menores de 65 años que aún no cumplen con los requisitos. Tampoco podrán acceder aquellos que integran hogares cuyos ingresos totales superan el mínimo, ni aquellos que ya reciben otro tipo de prestaciones. Sin embargo, quienes creen que cumplen con los requisitos y nunca antes la recibieron, pueden presentar una declaración jurada ante el BPS para ser evaluados.

Más de una década acompañando a nuestros jubilados

Esta canasta navideña tiene historia: fue en 2008 cuando el BPS implementó este beneficio por primera vez. En ese entonces, la ayuda se brindaba en forma de bono que los jubilados podían destinar a la compra de alimentos. La idea era que nadie pasara las fiestas con necesidades básicas insatisfechas. Con el tiempo, el beneficio evolucionó y, desde hace ocho años, se otorga en efectivo, brindando a los beneficiarios la posibilidad de decidir en qué destino ese monto adicional.

El número de personas alcanzadas es un reflejo de las necesidades que, aunque hayan cambiado, no se han esfumado. Hoy, la canasta llega a alrededor de 156 mil jubilados de bajos recursos, cada uno con su historia y su lucha diaria, con su manera de lidiar con las limitaciones y los sueños que aún mantienen vivos. Estas cifras, aunque impersonales en apariencia, nos hablan de vidas reales, de padres, abuelos y ciudadanos que, tras años de trabajo, se encuentran en esta ayuda un reconocimiento a su esfuerzo.

Más allá de los números: una política con rostro humano

Para el Poder Ejecutivo, esta canasta de fin de año se enmarca en una política de apoyo a los sectores más vulnerables, con el objetivo de mejorar su calidad de vida. Pero para quienes la reciben, es más que una política pública: es la posibilidad de compartir una cena en familia, de hacer un regalo, de dar algo especial a un nieto, de disfrutar las fiestas sin la carga de los números y los presupuestos apretados. . Es, en definitiva, una pequeña bocanada de aire en medio de las tensiones económicas.

Cada año, cuando llega diciembre, este beneficio se convierte en un recordatorio de que, más allá de las cifras y los decretos, hay personas que todavía necesitan apoyo para cerrar el año con dignidad y alegría. Es una ayuda que conecta con lo más humano, que devuelve una sonrisa y permite celebrar.

La canasta de fin de año del BPS no es solo una ayuda económica; es un gesto de empatía, una muestra de que, detrás de los sistemas y las instituciones, todavía hay un compromiso con las personas que construyeron el país y que, en esta etapa de sus vidas, esperan —y merecen— un respaldo para poder disfrutar de las fiestas en paz y rodeados de afecto.


Síguenos en nuestras redes sociales:

Facebook | Instagram

Descarga nuestra app para acceder a Salto al Día en tu móvil:

Descargar App (ZIP)

©Diario Salto Al Día. Todos los derechos reservados
Uruguay