Madre se quita la vida y deja a su hijo gravemente herido tras un incendio en su hogar en zona rural de Río Negro

Tragedia en Río Negro: madre se quita la vida y deja a su hijo en estado crítico; el niño es atendido en el Centro Nacional de Quemados.

Una tragedia familiar ha dejado a un niño herido de gravedad y ha movilizado a las autoridades en busca de respuestas y apoyo para los afectados.

Una tragedia familiar sacude a Río Negro: madre toma una drástica decisión que deja a su hijo en estado crítico y desata una investigación urgente.


En una madrugada sombría y de extrema conmoción, el departamento de Río Negro fue escenario de una tragedia que estremeció a todos. Una madre de 53 años se quitó la vida y dejó a su hijo de tan solo 10 años con graves quemaduras en la mayor parte de su cuerpo. El impactante episodio tuvo lugar en una zona rural, al sur de la ciudad de Young, dentro de un predio gestionado por el Instituto Nacional de Colonización, cerca de las colonias César Mayo Gutiérrez y El Ombú, en jurisdicción de la Seccional 11 de la localidad. de El Águila.

La información disponible detallada que en las primeras horas de la mañana de este domingo, la mujer, en un aparente acto de desesperación, roció con combustible tanto su propio cuerpo como el de su hijo. En medio de esta escena de horror, el niño, pese a sus heridas, logró escapar de la habitación y pedir ayuda a los vecinos, quienes de inmediato acudieron a su llamado. El menor fue trasladado de urgencia en helicóptero desde Young hacia Montevideo y actualmente se encuentra internado en el Centro Nacional de Quemados (CENAQUE), donde los médicos se enfrentan a un difícil desafío para estabilizar su salud, dado que presenta quemaduras en el 80% de su cuerpo.

Este suceso no solo ha impactado a nivel local, sino que también resuena a nivel nacional debido a su crudeza. Las autoridades han activado los protocolos de investigación pertinentes para esclarecer las circunstancias que pudieron haber llevado a la mujer a tomar una decisión tan drástica y, a la vez, devastadora para su familia.

El padre del menor, que no residía en el lugar de los hechos, fue notificado inmediatamente y se ha mantenido en contacto estrecho con los servicios médicos y las autoridades. Las primeras averiguaciones indican que la familia no tenía antecedentes de incidentes de esta magnitud, lo que ha llevado a la policía a explorar posibles factores subyacentes que podrían haber desencadenado esta tragedia. La fiscalía y los equipos de apoyo psicológico de la región han tomado cartas en el asunto, brindando contención y asistencia tanto al padre como a otros familiares que también se ven afectados por lo ocurrido.

El Centro Nacional de Quemados, reconocido por su labor en el tratamiento de pacientes con heridas de alta gravedad, ha movilizado a su equipo de especialistas para atender al niño. El pronóstico, lamentablemente, está reservado, y su recuperación dependerá del curso que tome su evolución en los próximos días. No obstante, el hospital ya ha hecho un llamado a la ciudadanía para obtener donaciones de sangre y otros recursos necesarios para asistir a esta víctima infantil de un caso que ha dejado en estado de shock a quienes han seguido la noticia.

En paralelo, organizaciones civiles y autoridades de Río Negro han puesto en marcha una red de apoyo para asistir a los familiares cercanos y ofrecer ayuda psicológica a los habitantes de la zona, quienes se muestran profundamente afectados. Este tipo de episodios, que ponen en evidencia el drama humano que muchas veces subyace en áreas rurales y comunidades más pequeñas, revelan la necesidad de reforzar la asistencia y contención para las personas en situación de vulnerabilidad, en especial cuando enfrentan crisis emocionales o problemas de salud mental.

Este trágico acontecimiento nos recuerda la importancia de contar con redes de apoyo y de facilitar el acceso a programas de salud mental en todas las áreas del país, incluidos los sectores rurales, donde a menudo el acceso a este tipo de recursos es limitado. La sociedad, mientras tanto, se enfrenta a la dura realidad de un drama que exige reflexión, empatía y acciones que permiten prevenir tragedias similares.

En las próximas horas, se espera que las autoridades emitan más información sobre los avances en la investigación y el estado de salud del niño. Todos se unen en una mezcla de dolor y solidaridad, esperando que este caso sea una señal de alarma para redoblar esfuerzos en la atención a las familias y personas que puedan estar atravesando situaciones de alta vulnerabilidad.


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