Los candidatos presentaron ideas y visiones que reflejan sus enfoques políticos para los desafíos del próximo gobierno. Foto: Gaston Britos / FocoUy
Orsi y Delgado confrontaron ideas sobre economía, seguridad y desarrollo humano en un debate decisivo para el balotaje.
Yamandú Orsi y Álvaro Delgado midieron fuerzas en un debate presidencial que puso sobre la mesa las prioridades de sus propuestas.
Con el balotaje cada vez más cerca, los dos principales candidatos a la Presidencia de Uruguay protagonizaron un esperado intercambio de ideas. Durante 90 minutos, expusieron sus planos para el país en un formato estructurado que, aunque limitado en interacción directa, permitió mostrar las principales diferencias en sus visiones de gobierno. La instancia, reglamentada por la ley N° 19827, fue seguida con atención tanto por militantes como por ciudadanos aún indecisos.
Desarrollo humano: distintas miradas sobre vivienda y salud
El primer bloque abrió con el enfoque sobre desarrollo humano, donde quedó clara la disparidad en las prioridades de los candidatos. Yamandú Orsi subrayó los avances logrados bajo las administraciones del Frente Amplio, como el Sistema Nacional Integrado de Salud, pero no evitó reconocer los desafíos actuales, especialmente en términos de acceso a viviendas dignas. Su propuesta incluyó impulsar planes de primera vivienda, subsidios y un refuerzo en la radicación de profesionales de la salud en áreas rurales.
Álvaro Delgado, en tanto, defendió los logros de la administración actual, destacando el Plan Avanzar , que busca erradicar los asentamientos mediante inversiones millonarias. Además, mencionó la creación de nuevas Unidades de Cuidados Intensivos (CTI) en el interior y mejoras en el abastecimiento de medicamentos, marcando el contraste con gestiones anteriores que, según él, dejaron carencias importantes en este rubro.
Seguridad: prioridades similares, estrategias opuestas
Cuando el tema giró hacia la seguridad, ambos coincidieron en la necesidad de combatir el narcotráfico, aunque sus enfoques fueron divergentes. Delgado puso énfasis en la Ley de Urgente Consideración (LUC), que, según él, ha logrado reducir delitos como rapiñas y hurtos. Además, cuestionó la política de "desprisionalización" que, dijo, podría aumentar la inseguridad al liberar a ciertos delincuentes.
Orsi, por su parte, llevó el debate hacia una dimensión más social, planteando la importancia de apoyar a las víctimas del delito. Su plan incluye una ampliación de cámaras de vigilancia y la creación de comisarías móviles para garantizar una mayor presencia policial en todo el territorio. Sin embargo, también destacó la necesidad de atacar las raíces del problema mediante la reinserción social de reclusos y el fortalecimiento de la justicia.
Economía y empleo: debates en torno a impuestos y políticas redistributivas
La discusión económica expuso una de las divisiones más profundas entre los candidatos. Orsi cuestionó la supuesta bonanza económica defendida por Delgado, señalando que para muchos uruguayos esa recuperación aún no es palpable en sus bolsillos. Propuso reforzar el apoyo a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y garantizar mejores condiciones para los trabajadores más vulnerables.
Delgado, en cambio, destacó la estabilidad lograda tras enfrentar múltiples crisis, desde la pandemia hasta una sequía histórica. Subrayó que su gestión ha reducido la inflación y aumentado el empleo, al tiempo que defendió las rebajas impositivas implementadas. Según el candidato nacionalista, estas medidas han permitido dinamizar la economía, logrando un aumento de los cotizantes al Banco de Previsión Social (BPS).
Educación: puntos en común y visiones complementarias
La educación mostró un espacio para coincidencias parciales. Ambos candidatos reconocieron la importancia de garantizar un acceso igualitario al conocimiento, aunque sus estrategias varían. Orsi propuso un pacto educativo nacional que involucre a todos los actores sociales y planteó duplicar el número de niños en escuelas de tiempo completo. Además, insistió en la necesidad de aumentar las becas para estudiantes de secundaria y fortalecer el Plan Ceibal para incluir contenidos relacionados con inteligencia artificial.
Delgado, por su parte, defendió la transformación educativa que está en marcha, destacando la titulación universitaria para docentes y la expansión de centros educativos de tiempo completo, como los liceos María Espínola. Según él, esta reforma busca atender especialmente a los sectores más vulnerables, donde el abandono escolar sigue siendo alarmante.
Cierres: mensajes cargados de emotividad
En sus mensajes finales, Delgado apeló a su experiencia en el gobierno actual y aseguró estar listo para liderar el país hacia un crecimiento sostenido. Su discurso estuvo marcado por un llamado a la confianza ya continuar por el camino trazado en los últimos años.
Orsi, en cambio, hizo un llamado al cambio, calificando su propuesta como una alternativa segura y enfocada en unir al país para superar el estancamiento que, según él, afecta a los sectores más postergados. Con un tono más emocional, prometió un gobierno que ponga a las personas en el centro de sus políticas.
Este debate no solo permitió a los uruguayos conocer con mayor detalle las prioridades de cada candidato, sino que marcó el tono final de una campaña que definirá el rumbo del país en los próximos años.
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