Trabajadores enfrentan recortes mientras servicios básicos muestran signos de deterioro en medio de la crisis.
El desfinanciamiento en Salto afecta derechos laborales históricos, salarios vacacionales y la prestación de servicios básicos.
La Intendencia de Salto enfrenta una crisis económica profunda, que viene calando hondo tanto entre los trabajadores municipales como en el conjunto de la sociedad. La falta de recursos para cumplir con los compromisos financieros ha derivado en ajustes drásticos, afectando derechos que históricamente los trabajadores consideraban intocables, como el pago de licencias y los salarios vacacionales.
Uno de los puntos más sensibles de esta situación es el incumplimiento en el pago de los días de licencia. Según denuncian delegados de diversas áreas, hay empleados con hasta 26 días acumulados, pero en los hechos apenas se les reconoce entre 6 y 10 días. Esta situación, además de representar una violación a los derechos laborales, tiene un impacto directo en la economía doméstica de los trabajadores, muchos de los cuales ya habían destinado ese dinero para vacaciones o compromisos esenciales. "Nos dejan colgados, como si nuestros derechos fueran opcionales", lamentó un delegado.
Este ajuste no solo genera malestar, sino que también expone una falta de previsión que preocupa a los trabajadores. Mientras tanto, desde la administración de la Intendencia argumentan que la falta de recursos responde a problemas estructurales de desfinanciamiento que se vienen arrastrando desde hace años.
Las tensiones han escalado en los encuentros entre los delegados sindicales y las autoridades municipales. Según trascendidos, en varias de estas reuniones se han vivido momentos de alta tensión. Los representantes de los trabajadores demandan soluciones inmediatas, señalando que esta situación pone en riesgo la estabilidad económica de cientos de familias. Por su parte, la administración justifica los recortes apelando a la necesidad de priorizar otras áreas clave. "Estamos tratando de hacer equilibrio con los pocos recursos que tenemos", habría dicho un representante del gobierno local.
Este escenario no afecta únicamente a los empleados municipales. Las limitaciones presupuestales también impactan en la prestación de servicios esenciales para los vecinos de Salto. Desde la recolección de residuos hasta el mantenimiento de calles, la reducción de recursos se hace sentir en el día a día de los habitantes del departamento. "El estado de abandono que vemos en algunos barrios refleja claramente esta crisis", comentó un vecino de la zona sur de la ciudad.
A nivel sindical, las posturas son firmes: los trabajadores reclaman que no se les haga pagar las consecuencias de lo que consideran una mala administración de los fondos públicos. En tanto, la ciudadanía observa con preocupación cómo esta crisis erosiona la confianza en las autoridades municipales. "No solo están incumpliendo con los empleados, también nosotros sentimos las consecuencias", señaló un comerciante del centro de la ciudad.
Entre las áreas más afectadas por los ajustes, destaca la reducción de las jornadas laborales y el impacto en las horas extras, que para muchos empleados representaban una parte fundamental de sus ingresos. Además, las tensiones se han trasladado al plano emocional, con trabajadores que sienten incertidumbre respecto a su futuro laboral. "Es desgastante ir a trabajar todos los días sin saber si este mes te van a pagar lo que corresponde", expresó una empleada del sector de limpieza.
Ante este panorama, los sindicatos han pedido que se abra un espacio de diálogo real, donde las autoridades presenten soluciones concretas y sostenibles. Los trabajadores consideran que el primer paso para superar esta crisis es garantizar los derechos básicos, como el pago completo de las licencias y salarios atrasados. Por su parte, desde la Intendencia se insiste en que se están explorando alternativas, aunque hasta el momento no se han anunciado medidas claras.
La situación también ha despertado críticas desde la oposición política, que acusa a la administración municipal de falta de transparencia en el manejo de los recursos. Algunos dirigentes han solicitado auditorías externas para esclarecer las causas del déficit y establecer responsabilidades. "Es necesario saber cómo llegamos a este punto y qué medidas se tomarán para evitar que vuelva a suceder", indicó un legislador departamental.
Mientras tanto, la realidad para los trabajadores y los vecinos de Salto sigue siendo incierta. Los sindicatos no descartan tomar medidas de fuerza si no se encuentran soluciones en el corto plazo. En tanto, los habitantes del departamento continúan lidiando con la reducción de servicios básicos, en medio de una crisis que parece lejos de resolverse.
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