Final doloroso: encuentran el cuerpo del adolescente perdido en las aguas de la Meseta de Artigas.

Las aguas profundas y las corrientes del río pueden convertirse en un peligro inesperado, recordando la importancia de tomar precauciones.

Un adolescente desapareció al lanzarse al río desde un muelle. Prefectura encontró el cuerpo horas después cerca del lugar del incidente.

Esta tarde, personal de Prefectura de Puerto de Paysandú logró dar con el cuerpo de Santiago Poncet, el adolescente desaparecido bajo las aguas del río Uruguay frente a la Meseta de Artigas. La búsqueda, que se había iniciado apenas unas horas antes, terminó con un hallazgo desgarrador en las inmediaciones del muelle donde el joven había sido visto por última vez.

Según información proporcionada por las autoridades policiales, Poncet se encontraba de campamento junto a un grupo de amigos en el parque de la Meseta de Artigas, un lugar frecuentado por jóvenes y familias para actividades al aire libre. Aparentemente, todo había comenzado como una tarde habitual de verano: risas, charlas y el deseo de disfrutar del agua para combatir el calor. Sin embargo, lo que prometía ser un momento de diversión se tornó rápidamente en tragedia.

Eran alrededor de las tres de la tarde cuando Poncet decidió lanzarse al río desde el muelle situado al pie de la Meseta. Este lugar, conocido por su profundidad, presentaba un desafío adicional debido a que el nivel del río estaba ligeramente elevado, una condición que muchos subestiman. Aunque quienes estaban con él observaron su salto, pronto se dieron cuenta de que algo no estaba bien: el joven nunca volvió a la superficie.

La angustia comenzó a ganar terreno entre sus amigos, quienes intentaron buscarlo sin éxito. En ese momento, la preocupación se mezclaba con la esperanza de que, quizás, Poncet hubiera salido del agua en otra dirección o que estuviera buscando ayuda. Sin embargo, al no encontrar señales de él, decidió alertar al destacamento de Prefectura ubicado en el parque. La respuesta de las autoridades fue inmediata. Equipos especializados comenzaron la búsqueda en el agua, empleando embarcaciones y técnicas de rastreo subacuático.

Los vecinos y visitantes del parque, que inicialmente miraban con curiosidad las maniobras de los equipos de rescate, comenzaron a comprender la gravedad de la situación. Algunos se acercaron para ofrecer ayuda, mientras que otros simplemente observaban con un nudo en la garganta. La tarde avanzaba y con ella crecía la ansiedad de quienes guardaban noticias.

Las corrientes del río Uruguay no son desconocidas para los locales. Muchos han aumentado la escucha de advertencias sobre los riesgos de nadar en sus aguas. Aunque este río ha sido testigo de innumerables historias de recreo y aventura, también guarda en sus profundidades relatos trágicos que sirven como recordatorios de su fuerza impredecible.

Cuando finalmente se encontró el cuerpo de Poncet, cerca del mismo muelle desde el que había saltado, un silencio pesado invadió el ambiente. No hay palabras para describir el dolor de quienes perdieron a un ser querido de manera tan abrupta. Los amigos del joven, aún conmocionados, no podían ocultar su tristeza. Algunos se abrazaban, buscando consuelo mutuo, mientras otros miraban al río con una mezcla de incredulidad y desolación.

Este incidente deja muchas preguntas abiertas y una lección clara sobre la importancia de tomar precauciones al interactuar con entornos naturales como ríos o lagos. Si bien estos lugares ofrecen belleza y oportunidades de recreación, también exigen respeto y atención. El parque de la Meseta de Artigas, con su historia y encanto, seguirá siendo un destino para muchos, pero para quienes conocieron a Santiago, ahora lleva consigo un recuerdo agridulce.

Por otro lado, este tipo de tragedias resaltan el papel crucial de las fuerzas de rescate, como Prefectura, que trabajan incansablemente para brindar respuestas en momentos de emergencia. A menudo enfrentan condiciones adversas y llevan a cabo su trabajo con un profesionalismo que merece reconocimiento. Sin embargo, como comunidad, también debemos reflexionar sobre cómo prevenir futuros accidentes. Esto podría incluir desde campañas de concienciación hasta mejoras en la infraestructura o señalización en áreas de alto riesgo.

Para quienes se encontraron en el parque ese día, el episodio será difícil de olvidar. No se trata solo de un accidente; es un recordatorio de cómo, en un instante, la vida puede dar un giro inesperado. El río Uruguay, con toda su majestuosidad, nos recuerda que la naturaleza, aunque hermosa, puede ser implacable.