Funcionaria policial se quita la vida: cifras alarmantes exponen la crisis emocional en la fuerza

El caso resalta la urgencia de atender la salud mental en sectores de alta exigencia laboral, como el policial, para prevenir tragedias.

El suicidio de una funcionaria policial destapa una crisis en la fuerza, con cifras alarmantes que duplican los medios nacionales.

En una noche que dejó una huella de profunda tristeza, una funcionaria policial de 28 años dejó la vida en el Penal de Libertad, ubicado en el departamento de San José. El hecho ocurrió durante su jornada laboral, en torno a las 21:30 horas del miércoles. Según se informó, la agente había estado desarmada, como es habitual en sus tareas diarias. Sin embargo, en los momentos finales de su turno, tomó su arma reglamentaria y se dirigió al alojamiento policial dentro del penal, un espacio destinado al descanso de los funcionarios. Allí ocurrió el trágico desenlace.

Las circunstancias alrededor de este caso conmocionaron a sus compañeros y al entorno policial en general. La joven dejó dos cartas: una dirigida a sus hijos, de 10 y 6 años, y otra al comando policial. Este gesto final reflejó el peso emocional que cargaba y puso en evidencia la necesidad urgente de abordar la problemática del suicidio en el ámbito policial.

Según estadísticas proporcionadas por los sindicatos policiales, la tasa de suicidios entre los integrantes de la fuerza es alarmantemente alta: 38,2 cada 100 mil habitantes. Esta cifra casi duplica la tasa de suicidios de la población general en Uruguay, que se sitúa en 21 por cada 100 mil habitantes. Este es un dato que, aunque impactante, no resulta nuevo para quienes conocen el entorno policial, un ámbito donde las demandas psicológicas, el estrés constante y la exposición a situaciones límite son parte del día a día.

Uruguay, reconocido en la región por su estabilidad y por ocupar un lugar destacado entre los países más felices de América del Sur, enfrenta un grave problema en este ámbito. Aunque en términos globales se percibe como una nación igualitaria, la tasa de suicidios nacional es el doble del promedio de América Latina y el Caribe. Este dato obliga a reflexionar sobre los desafíos internos que enfrentan los uruguayos, especialmente aquellos en sectores laborales de alta exigencia, como la policía.

En varias ocasiones, los sindicatos policiales han alzado su voz para solicitar medidas concretas que ayuden a prevenir estas tragedias. Las demandas incluyen desde la implementación de programas de apoyo psicológico hasta la creación de protocolos de seguimiento emocional para los funcionarios. Sin embargo, el problema persiste, dejando en evidencia que aún queda mucho por hacer en términos de prevención y cuidado de la salud mental en este sector.

En un esfuerzo por abordar esta problemática que afecta no solo a los policías, sino a toda la población, Uruguay cuenta con la línea gratuita 0800 0767 (o *0767 desde celulares). Este servicio funciona las 24 horas del día y está diseñado para brindar atención y apoyo a quienes lo necesitan, con el objetivo de prevenir intentos de suicidio y salvar vidas. Es un recurso valioso que busca llegar a aquellos que atraviesan momentos de desesperación y necesitan ayuda inmediata.

La historia de esta joven madre que dejó tras de sí dos cartas y un vacío irreparable es un recordatorio de la importancia de hablar abiertamente sobre la salud mental. Es un llamado a la acción para que las autoridades, las instituciones y la sociedad en general redoblen sus esfuerzos en la prevención del suicidio, especialmente en sectores vulnerables como el policial.